Las multitudinarias manifestaciones de este domingo en Ucrania, con motivo del segundo centenario del nacimiento del gran poeta ucraniano Taras Shevchenko, terminaron con enfrentamientos entre prorrusos y nacionalistas ucranianos en Crimea, y el anuncio de la visita a Estados Unidos del primer ministro ucraniano.
Miles de personas salieron a la calle en la capital y en otras ciudades como Sebastopol para apoyar la soberanía del país, en momentos en que soldados rusos controlan la península ucraniana de Crimea.
En Kiev, el primer ministro Arseni Yatseniuk afirmó que Ucrania no cederá "ni un centímetro de su territorio" a Rusia y anunció que visitará Estados Unidos la próxima semana para abordar la crisis en su país.
Las autoridades prorrusas de Crimea, una república autónoma de Ucrania, son "legítimas" y sus decisiones respetan el derecho internacional, dijo el presidente ruso Vladimir Putin en conversaciones telefónicas con la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro británico David Cameron.
En las conversaciones con ambos interlocutores, Putin "destacó en particular que las medidas adoptadas por las autoridades legítimas de Crimea estaban basadas en el derecho internacional", dijo un comunicado del Kremlin.
Putin también habló con Merkel y Cameron del referéndum previsto en Crimea el próximo domingo 16 de marzo, en el cual los habitantes de la península deben pronunciarse sobre una eventual unión con Rusia, indicó el comunicado.
- Enfrentamientos en Sebastopol -
La tensión sigue siendo intensa en la península de Crimea, donde el parlamento local ha desafiado la autoridad de Kiev al organizar el 16 de marzo un referéndum sobre su integración en Rusia.
En Sebastopol, puerto que alberga el cuartel general de la flota rusa del mar Negro, prorrusos atacaron los servicios de seguridad de una manifestación de pocos centenares de partidarios de las nuevas autoridades ucranianas.
Unos cien hombres armados con porras y látigos atacaron a los servicios de protección de la marcha a quienes acusaron de pertenecer al Pravy Sector, un movimiento nacionalista paramilitar que estuvo en primera línea del movimiento contestatario en Kiev.
Por su parte, unos 10.000 partidarios de Moscú se concentraron en apoyo al referéndum de integración de Crimea en Rusia.
"Ya no queremos a los fascistas ucranianos", declaró Olga, de 60 años, para quien "Crimea forma parte de Rusia".
En Donetsk, bastión rusohablante en el este del país, varios miles de prorrusos se reunieron en la plaza de Lenin para reclamar también un referéndum sobre su integración a Rusia.
"No queremos entrar en la Unión Europea, queremos elegir por nosotros mismos con quien trabajamos", explicó Angela Melykh.
Las manifestaciones tienen lugar un día después de que 54 observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) intentaran acceder sin éxito a la península de Crimea, donde deben realizar una misión para reducir la tensión.
- "Intercambio de puntos de vista" -
En el frente diplomático, a pesar de las intensas consultas a lo largo de la semana, occidentales y rusos no han logrado encontrar una salida a la peor crisis en sus relaciones desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
El Kemlin indicó este domingo que el presidente ruso "intercambió puntos de vista" con la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, y con su homólogo británico, David Cameron, sobre la crisis en Ucrania y sobre el referéndum en Crimea con el objetivo de "regularizar" la situación.
Durante el fin de semana, la diplomacia estadounidense también mantuvo conversaciones tanto con Rusia como con sus aliados europeos.
En una entrevista a la BBC, el jefe de la diplomacia británica, William Hague, señaló que la intervención militar rusa en Crimea era un "error de cálculo" de Rusia y alertó a Moscú de "consecuencias económicas considerables" si no se llega a una solución diplomática.
En el terreno, unos sesenta camiones militares rusos entraron en Ucrania por vía terrestre y marítima, según guardias fronterizos ucranianos.
El ministerio ucraniano de Defensa señaló que las fuerzas rusos refuerzan "sus posiciones cerca de Perekop y de Armiansk", en el norte de Crimea.
El general Mykola Kovil, un alto responsable de los guardias fronterizos, indicó recientemente que 30.000 soldados rusos se encontraban en Crimea, es decir, 5.000 más que el contingente autorizado en los acuerdos entre Moscú y Kiev.
Los guardias fronterizos informaron de que fuerzas prorrusas dañaron el sábado el material de un enclave militar ucraniano utilizado para vigilar el tráfico marítimo, tras acceder a él.
Rusia anunció el sábado la posibilidad de suspender las inspecciones extranjeras de su arsenal de armas estratégicas, incluidos los misiles nucleares, en respuesta a las "amenazas" de Estados Unidos y la OTAN.
Estas inspecciones forman parte del Tratado sobre la reducción de armas nucleares (START) firmado por Rusia y Estados Unidos en 2010, y del Documento de Viena suscrito por los países de la OSCE.