Enfrentamiento y huelga en Túnez tras asesinato de opositor | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Febrero de 2013

Túnez vivía nuevas protestas, enfrentamientos y huelgas por el asesinato la víspera de un líder opositor, agravados por una crisis en el seno de Ennahda, el partido islamista en el poder.

 

Abogados y magistrados iniciaron una huelga para protestar contra el asesinato de Chokri Belaid, un abogado defensor de los derechos humanos.

 

La histórica central sindical UGTT, que cuenta con 500.000 miembros, convocó por su lado una huelga general para el viernes, día de los funerales de Belaid.

En el centro de la capital, la policía dispersó con gases lacrimógenos una manifestación de repudio de ese atentado.

La marcha se realizó pese al fuerte despliegue policial en la Avenida Habib Bourguiba, epicentro de una rebelión que derrocó en 2011 al dictador Zine el Abidine Ben Ali. Ya el miércoles, miles de personas se reunieron en ese lugar en un clima que recordaba los días de esa insurrección.

 

También se registraron enfrentamientos en la ciudad de Gafsa (centro), donde los manifestantes lanzaron cócteles molotov a la policía, que respondió con gases lacrimógenos, según corresponsales.

Los choques del miércoles se saldaron con la muerte de un policía en Túnez y el incendio de locales del partido Ennahda en varias ciudades, entre ellas Gafsa.

Una parte de la oposición, así como la familia del Belaid atribuyeron a Ennahda la responsabilidad de su asesinato. Este jueves no se informó de ningún avance en la investigación sobre ese hecho, sin precedentes desde la revolución de 2011.

Ennahda rechazó esas acusaciones. Una milicia islamista suele ser designada como autora de agresiones contra simpatizantes de la oposición.

 

La crisis tocó a la formación en el poder, cuando el jefe del grupo parlamentario de Ennahda, Sahbi Atig, rechazó este jueves la formación de un gobierno de tecnócratas apolíticos, anunciada la víspera por el primer ministro Hamadi Jebali.

"Hemos rechazado esta propuesta (...). El jefe del gobierno tomó esta decisión sin consultar con la coalición (gubernamental) ni con el movimiento Ennahda", declaró Atig. Cualquier Ejecutivo requiere la aprobación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), donde Ennahda tiene 89 de los 217 escaños.

Desde las elecciones de octubre de 2011, una coalición integrada por Ennahda y dos partidos laicos de centro-izquierda, entre ellos el del presidente Moncef Marzouki, dirigen este país del norte de África.

Atib recalcó que a falta de una Constitución, el primer ministro no tiene jurídicamente el derecho "de destituir de sus funciones a los miembros del gobierno".

 

Jebali, del ala moderada de Ennahda, anunció la formación de un gobierno apolítico para evitar que el asesinato de Belaid desestabilice a un país marcado por las esperanzas frustradas de la revolución de 2011 y por el auge de los grupos yihadistas.

La oposición exigió la disolución de la ANC, que desde hace 15 meses no consigue redactar una Constitución que debería ser aprobada por las dos terceras partes de los diputados.

 

"El gobierno ya no es capaz de dirigir al país, ni desde luego la ANC. Deben dimitir en interés del pueblo", declaró Beji Caid Essebsi, que dirigió un gobierno posrevolucionario en 2011 y ahora encabeza el partido centrista laico Nidaa Tounes.