Un duro enfrentamiento a propósito del pasado y el futuro de la producción energética se desató este martes entre el presidente Barack Obama y su rival republicano en las presidenciales de noviembre, Mitt Romney, cuando ambos hacen campaña en estados clave.
Romney acusó a Obama de haberle "declarado la guerra al carbón", mientras que el presidente se burló despiadadamente de su rival por ignorar los beneficios de la energía eólica, cuando ambos candidatos tratan de aprovechar cualquier debilidad de su contendiente en una carrera que se presenta muy pareja.
Obama agregó un tema emergente que Romney, un rico empresario, simplemente no comprende, según él.
"Si conociera lo que ustedes han estado haciendo, sabría que cerca de 20% de la electricidad que se consume en Iowa proviene del viento, que alimenta a hogares, industrias y empresas de manera limpia y renovable", dijo Obama ante una muchedumbre en ese estado del centro de Estados Unidos.
El acicalado autobús negro de Obama realiza un recorrido de tres días por las praderas de Iowa, un estado duramente disputado por ambos candidatos con vistas a los comicios de noviembre, donde los molinos de viento son figuras cada vez más habituales del paisaje.
"El gobernador Romney explicó incluso su política energética de este modo: 'no se puede manejar un auto con molinos de viento'", afirmó Obama. "Esto es lo que dijo sobre la energía eólica".
Obama dijo que la energía eólica es la responsable de 7.000 empleos en Iowa y de 75.000 en todo el país, y defendió su política energética sobre la base de que es una fuente de energía verde y limpia y que creará empleos en el siglo XXI.
Por su lado, el equipo de campaña de Romney dijo que dejaría que expiraran las líneas de crédito para la energía eólica, porque cree que el Estado no debe apoyar a un sector económico en detrimento de otro.
Como ejemplo de lo que sucede cuando el gobierno interviene en el mercado de la energía, los republicanos destacan el destino de la empresa de energía solar Solyndra, que quebró tras recibir 500 millones de dólares de un préstamo público.
Romney realizó su propio ataque en el terreno de la energía en un estado clave, Ohio, donde arremetió contra el presidente por las nuevas regulaciones ambientales que, a su juicio, obligaron a cerrar a decenas de plantas de energía.
Su táctica fue parecida a la de Obama, atizando un debate crucial en esa localidad para tratar de convencer a los electores indecisos en un estado clave de Estados Unidos. Se considera que Romney está obligado a ganar en Ohio si quiere llegar a la presidencia.
"Veo cómo le ha declarado la guerra al carbón", declaró Romney ante sus seguidores en la mina Century en la localidad de Beallsville, en el corazón de la zona carbonífera del este de Ohio, mientras filas de mineros cansados y cubiertos de hollín permanecían a su lado.
La administración Obama dice que el carbón limpio es parte de la estrategia energética del presidente basada en favorecer "todas las opciones", y ha financiado investigaciones y desarrollo de bajas emisiones de carbono.
Pero Romney, como hace a menudo en su campaña, se burló del plan energético de los demócratas, alegando que Obama "está en favor de todas las fuentes de energía que provienen de la superficie, pero de ninguna fuente subterránea, como el petróleo, el carbón y el gas".
Romney afirmó que el país debe "aprovechar nuestros recursos energéticos --nuestro carbón, nuestro gas, nuestro petróleo, nuestros (recursos) renovables, nuestra energía nuclear".
"Llevamos 250 años de carbón. ¿por qué diablos no habríamos de seguir usándolo?", se preguntó.
AFP