El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, informó que en lo que resta de 2022 no habrá más emisión primaria de títulos de deuda pública (TES) por medio de subastas. Sin embargo, algunos especialistas se mostraron inconformes con esta medida.
Ocampo afirmó que gracias a una política de gasto público responsable los 33,75 billones de pesos captados hasta la fecha son suficientes para atender las necesidades de caja. “La decisión de no emitir más TES en lo que resta de 2022 nos permite consolidar una deuda pública menos costosa, por una parte, y seguir unas reglas de endeudamiento público razonable, consistentes con el objetivo de cumplir la Regla Fiscal”, sostuvo Ocampo.
Asimismo, la decisión es consistente con el propósito de seguir manteniendo unas finanzas públicas sólidas para poder atender de manera sostenible las demandas sociales del país.
“Para el Gobierno es fundamental tener unas finanzas públicas sostenibles, con el fortalecimiento de los ingresos provenientes de impuestos, menores pagos por intereses de la deuda y mejores niveles de pertinencia, eficiencia y focalización del gasto público”, dijo Ocampo.
Luego de esta decisión se conocieron varias reacciones, como la del exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo, quien trinó: “Minhacienda informa que se suspenden por lo que resta del año las colocaciones de TES. Significa que estamos próximos a alcanzar los límites máximos de deuda que permiten la Regla Fiscal y la prudencia. El nuevo gasto público no se podrá seguir financiando con más deuda”.
Otro de los que se expresaron en contra de esta decisión del Gobierno fue el exviceministro de Hacienda Juan Alberto Londoño, quien alertó en Caracol Radio sobre posibles dudas de los mercados internacionales frente al manejo económico en el país. “Lo malo es que están mostrando un susto que hay en los mercados, que no están creyendo en el manejo económico hacia adelante. Y eso se muestra en que nuestra deuda pública, esos TES que se estaban emitiendo, están alcanzando algo más de 14 %. Eso quiere decir que la gente que le presta a Colombia está dudando del manejo económico y está haciendo que la deuda se vuelva más cara”, expresó Londoño.
Igualmente, explicó que lo peligroso ante las dudas de los mercados internacionales frente al manejo de la economía en el país es que en 2023 no quieran hacer préstamos a Colombia y que los intereses siguieran creciendo, lo que representaría que no se pueda financiar tan fácilmente el presupuesto. El sector productivo se va a desacelerar por una dinámica mundial y por una situación interna de incertidumbre a causa de las medidas que anuncia el Gobierno.