Así lo informó el ministro de Minas, Amílkar Acosta, al explicar que se trabaja en la reparación de la infraestructura derribada.
El funcionario dijo que “en el caso del Cauca la emergencia se prolongará al menos por otros 2 días y en Tumaco 3 días más, contando con que no se produzcan nuevas voladuras de torres”.
Acosta precisó que “cuando estaba a punto de energizarse la población de Tumaco, fueron derribadas otras 4 torres, por lo que la afectación se extendió incluso hasta Popayán (Cauca) donde hay 8 mil usuarios afectados también por el ataque en una subestación”.
El Ministro de Minas dijo que hay preocupación en el Gobierno por la ola de atentados contra la infraestructura eléctrica y contra oleoductos y gasoductos en distintas regiones del país.
Indicó a RCN Radio que “desde comienzos de esta semana se ha activado un operativo para reforzar la seguridad en oleoductos y gasoductos. La arremetida no ha obligado a ajustar las medidas de seguridad”.
La población de Tumaco, el principal puerto de Nariño en el Pacífico, requiere una estación eléctrica con capacidad de 30 megavatios de potencia.
Sin embargo, el ministro Acosta sostuvo que por ahora no es viable contar con una planta de esas características y que la alternativa de traer energía con barcazas tampoco es posible en el corto plazo.
Desde la Cámara de Comercio de Tumaco se elevó un S.O.S. al Gobierno Nacional y pidió que se declare la emergencia social y económica.
El gobernador de Nariño, Raúl Delgado, se reunió con el presidente Juan Manuel Santos, a quien le expuso la delicada situación por la que atraviesa la costa Pacífica nariñense, como consecuencia de los atentados contra la infraestructura eléctrica.
El presidente Santos se mostró muy preocupado por los hechos ocurridos en Tumaco e instruyó a los ministros de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y del Interior, Aurelio Iragorri, a buscar soluciones de corto, media y largo plazo.
El general Leonardo Barrero, comandante de las Fuerzas Militares, viaja este viernes a Tumaco con el propósito de verificar que se disponga de todos los recursos humanos y técnicos que permitan la reparación de las torres de energía que continúan afectadas.