Autoridades mexicanas informaron este martes del hallazgo de cinco cadáveres con señales de tortura e impactos de bala en el convulso estado de Michoacán (oeste), donde desde el fin de semana se suceden actos de violencia que incluyeron un ataque masivo a estaciones eléctricas.
Las víctimas fueron encontradas con las manos atadas "a bordo de una camioneta" que estaba varada en la carretera que enlaza los municipios de La Piedad y El Salto, una zona que colinda con el vecino estado de Guanajuato (centro), dijo a la AFP la portavoz de la fiscalía estatal, Magdalena Guzmán.
"Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen", aunque ya se identificaron todos los cuerpos, añadió la funcionaria.
Michoacán, histórico territorio del narcotráfico, se encuentra sumergido en una espiral de violencia por las sangrientas luchas entre cárteles antagónicos y las recientemente formadas "autodefensas", que son grupos de civiles que se levantaron en armas para defenderse de las extorsiones que sufren por parte de estas organizaciones criminales.
La madrugada del domingo, un grupo de personas no identificadas atacaron con armas de alto calibre y bombas "molotov" varias estaciones eléctricas en la subregión michoacana de Tierra Caliente, dejando sin luz a 420.000 personas durante horas.
También incendiaron seis gasolineras, cuatro de ellas en Morelia, capital estatal, y se registraron diversos enfrentamientos entre pistoleros y fuerzas del orden, con un saldo oficial de siete muertos.
El sabotaje masivo contra fuentes de energía ocurrió pocas horas después de que unos 300 integrantes de las autodefensas irrumpieran en el municipio de Apatzingán (120.00 habitantes), bastión del cártel narcotraficante Los Caballeros Templarios, con el objetivo arrebatarles el control del territorio.
Mientras el gobierno federal califica los ataques a instalaciones eléctricas como "hechos vandálicos", algunos opinan que se trata de "terrorismo", como el propio gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, quien regresó recientemente al cargo tras meses de baja por una misteriosa enfermedad.
Vallejo atribuyó estos hechos a las pugnas entre Los Caballeros Templarios y su rival cártel Jalisco Nueva Generación./AFP