Así lo revela el más reciente informe del Instituto Colombiano de Medicina Legal, “Forensis”, en el cual 544 hombres y 281 mujeres engrosan la lista que además asevera que accidentalmente la casa fue el escenario donde con mayor frecuencia ocurrieron los eventos fatales
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Aunque parezca irracional, el hogar es uno de los escenarios en que la muerte puede sorprendernos de manera accidental y así lo revela el más reciente informe Forensis, datos para la vida del Instituto Colombiano de Medicina Legal, en el cual 544 hombres y 281 mujeres fallecieron por este tipo de causa, arrojando un total de 825 muertes por dicho motivo en 2016.
Casos como el que explote la estufa, la olla exprés, electrocutarse mientras se realizan las labores caseras, resbalamientos, asfixias por descuido con el gas, ahogamientos o que un utensilio corto-punzante se incruste en un área vital del cuerpo, hacen parte de las muertes ilógicas y accidentales que robustecen los informes donde se revelan las diversas maneras en que las personas fallecieron en 2016 en el país.
Según argumenta el Forensis 2016, “durante el año 2016 el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses realizó 2.940 necropsias por muertes accidentales y 3.834 reconocimientos médicos por lesiones no fatales accidentales. El 81,14% de las víctimas fatales y el 63,22% de los lesionados pertenecían al género masculino; frente al año 2015 las muertes accidentales se incrementaron en 9,91% equivalente a 265 casos y las lesiones se redujeron en un 15,06%”.
Forensis 2016 revela además que “los elementos contundentes fueron las principales armas o mecanismos utilizados para ocasionar muertes y lesiones accidentales. La casa fue el escenario donde con mayor frecuencia ocurrieron los eventos fatales. Los departamentos con las más altas tasas de muertes accidentales fueron: Guaviare, Casanare, Caldas, Arauca y Boyacá”.
Evento inesperado
Según lo explica Medicina Legal, una muerte o lesión accidental corresponde a todo evento que sobreviene de forma inesperada y sin carga intencional que ocasiona una herida o el deceso de la víctima. En este tipo de eventos quedan excluidas las lesiones, fatales o no fatales, causadas en accidente de transporte. Los accidentes no respetan edad, sexo, etnia o condición socioeconómica. Las lesiones, como fenómeno social, tienen múltiples consecuencias. Comienzan con el sufrimiento de la persona y la interrupción de las actividades cotidianas; después se agrega la necesidad de atención médica ambulatoria u hospitalaria, con el respectivo gasto económico. La situación puede ir más allá, ocasionando secuelas o muerte.
“Forensis 2016 revela que las necropsias establecen como mayores elementos de muertes accidentales el mecanismo contundente (incluye caídas y aplastamientos), seguidos por asfixias”.
El estudio epidemiológico de las lesiones y muertes accidentales se centra en dos aspectos fundamentales, el escenario donde acontecen y la actividad desarrollada por la víctima. De acuerdo al sitio donde acontecen los eventos accidentales, puede ser lesiones o muertes en el hogar, que son todas aquellas lesiones que ocurren en la casa o en su espacio cercano, guarderías o jardines infantiles, hogares geriátricos o de retiro u otras instituciones similares.
Adicional al estudio de las muertes y lesiones accidentales por escenario y la actividad durante el hecho, queda un pequeño grupo que merece un análisis especial y son las lesiones fatales y no fatales en el marco de los desastres naturales, que correspondería a las muertes y lesiones ocasionadas por fenómenos en donde no hay intervención humana o esta es mínima.
Distribución socio-demográfica
Forensis 2016 muestra además que la tasa nacional de muertes y lesiones accidentales por 100.000 habitantes fue de 6,03 y 7,83 respectivamente, siendo esta última la más baja en los últimos 10 años. Se pudo establecer el sexo de las víctimas de muertes accidentales, en 2.937 casos de estas el 81,1% (2.383) pertenecían al género masculino y el 18,9% (554) restante al género femenino; la edad promedio de fallecimiento de los hombres fue de 42,49 años y de las mujeres 43,78 años. Dos grupos de edad se destacan por tener la mayor proporción de muertes y son los adultos de 80 y más años y los menores de cinco años. De diez fallecidos por muertes accidentales, ocho son varones, para una razón hombre: mujer de cuatro a uno.
En la necropsia se estableció el elemento que ocasionó la muerte de la víctima en el mecanismo contundente (que incluye caídas y aplastamientos), es quien presenta la mayor frecuencia en casos de muertes accidentales, le siguen las muertes ocasionadas por asfixias; situación que ha permanecido constante en los últimos años.
En el 70,37 (2.069) de las muertes accidentales se logró establecer el área del cuerpo afectada por el trauma. Acorde con el elemento utilizado, la proporción más alta de fallecidos, fue ocasionada por contusiones o golpes en el cráneo (39,39%); frente al año anterior se presentó un incremento en la proporción de muertes por esta causa.
Se estableció el escenario donde sucedieron las muertes accidentales en el 94,66% (2.783) de los casos. Al igual que en años anteriores, la casa continúa siendo el sitio donde ocurren la mayoría de estos eventos fatales tanto para hombres como mujeres; sin embargo frente al año inmediatamente anterior, la proporción de muertes accidentales en el hogar ha tenido una ligera disminución.
Cuatro de los cinco municipios con las cifras más altas de muertes accidentales se ubican en Boyacá y son: Coper, Cuítiva, Corrales e Iza. Los municipios con las tasas por 100.000 habitantes más altas son: Cachipay y Lenguazaque en Cundinamarca, California y Florián en Santander, Cuítiva en Boyacá.
Si bien es cierto que las muertes y lesiones accidentales son las que menos víctimas aportan al universo de las lesiones fatales y no fatales de causa externa, se hace necesario que sean estudiadas con la rigurosidad y atención que se le dispensa a otros eventos violentos como lo son los homicidios.
En dicho informe, Medicina Legal concluye que durante 2016 se rompió la tendencia descendente que registraba las muertes accidentales; por el contrario, las lesiones accidentales continúan con esta tendencia, sin embargo se debe tener presente que la denuncia de una lesión accidental es voluntaria y no obligatoria, por lo que el subregistro puede ser alto.
Así mismo sugiere que es necesario crear ambientes seguros, pues en sitios aparentemente tranquilos y libres de riesgo como lo son la casa y el lugar de trabajo se presentan un número importante de muertes y lesiones accidentales. “Se deben implementar políticas públicas que busquen el cuidado y la protección de los adultos mayores, quienes son los que presentan las tasas más altas de muertes accidentales. En las lesiones este esfuerzo debe estar enfocado hacia la población en edad productiva (entre 18 y 44 años)”.
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