Las mujeres musulmanas en Quebec estarán obligadas a retirarse el nicab y la burka para acceder a servicios públicos, después de que fuera aprobada una ley por la Asamblea Nacional de Quebec, en Canadá
Conocida como la legislación de la neutralidad religiosa, Bill 62 prohíbe a los trabajadores públicos y aquellos que deseen acceder a un servicio público usar un protector facial, incluyendo el nicab y la burka. Los trabajadores públicos incluyen maestros, trabajadores de guarderías y médicos.
La ley fue presentada en 2015, pero fue archivada después del tiroteo ocurrido el 29 de enero de 2017 en una mezquita de Quebec, donde seis musulmanes murieron mientras rezaban.
El Gobierno quiere mantener una profunda división entre el Estado y la religión para reducir la presencia de símbolos religiosos sobresalientes en público, ya que el hecho de que el Estado no promueva la religión se considera como un valor fundamental de Quebec.
La ministra de Justicia de Quebec, Stephanie Vallee, dijo que la ley era necesaria por “razones de comunicación, identificación y seguridad”.
“Este es un proyecto de ley sobre 'le vivre ensemble' (vivir juntos en armonía), sobre directrices, y establece claramente la neutralidad del Estado", dijo Vallee.
Sin embargo, la Consejera Canadiense para Mujeres Musulmanas, Samaa Elibyari, dijo que la ley es preocupante porque se centra en los musulmanes. “Esta da la impresión de que nosotros somos el problema”.
El alcalde de Montreal, Denis Coderre, criticó el proyecto de ley y dijo que la provincia no tiene el derecho de decirle a los trabajadores de su cuidad cómo vestirse.
El mandatario también expresó su preocupación por el hecho de que algunos empleados, como los conductores de bus, tengan que decirles a sus pasajeros que deben removerse cualquier tipo de cobertura de sus rostros antes de abordar el bus.
Las pautas sobre cómo se debe aplicar la ley y quién la hará efectiva se pondrán en marcha a partir de junio del 2018, después de realizar todas las consultas necesarias con grupos de interés, anunció Vallee.
La Consejera Canadiense para Mujeres Musulmanes dijo que está estudiando todas sus opciones y que una posibilidad incluye una apelación ante la corte.
"Cada legislación tiene el riesgo de ser impugnada por quienes no están de acuerdo con ella", dijo Vallee.
Por su parte, Coderre dijo que podría haber situaciones tensas, particularmente en los autobuses. "¿Tendremos policías nicab como conductores de autobuses?... ¿Nos negaremos a proporcionarles el servicio si se están congelando afuera con sus hijos?".
Los funcionarios dijeron que la comunidad musulmana tendría la oportunidad de opinar sobre la prohibición en el futuro cercano, y que es posible solicitar una exoneración. Aquellos que brindan orientación espiritual estarán exentos de cumplir la norma.
Otros han dicho que la nueva ley no podrá hacer frente al desafío legal que representa, bajo la Carta de Derechos y Libertades de Canadá.