El presidente peruano Ollanta Humala encabezó en Lima la ceremonia que marcó el inicio de obras del primer subterráneo del país, que demandará una inversión de 5.658 millones de dólares a un consorcio ítalo-español-peruano y que estará terminado a mediados de 2020.
"Esta obra es la más importante hoy día en toda Latinoamérica y una de las más importantes del mundo", dijo Humala sobre lo que será la línea 2 del Metro de Lima, que se sumará a la ya existente línea 1 constituída por un tren eléctrico elevado.
El proyecto del subterráneo se extenderá por 35 kilómetros y conectará la zona este con la oeste de la capital peruana en 45 minutos, en lugar de las dos horas y media que insume actualmente movilizarse en autobús.
Se estima que esta línea registrará un tránsito de un millón de personas al día, en una ciudad con una población de casi 9 millones sumida en un caos por carecer de un sistema de transporte público masivo.
"La inversión es elevadísima y se acerca a los 5.658 millones de dólares, que se van a ejecutar mediante tecnología muy moderna, como tuneladoras, que permitirán un avance promedio de 15 metros al día", dijo Carlos Royo, presidente del consorcio Nuevo Metro de Lima, integrado por empresas de España, Italia y Perú.
El consorcio, compuesto por las españolas Dragados e Iridium (filiales de ACS, número uno español en obras públicas) y Vialia (filial de FCC), las italianas Impregilo, Ansaldo Breda y Ansaldo STS, y la peruana Cosapi, se adjudicó la obra el pasado 28 de marzo en un concurso en el que quedó como único oferente, luego de que otras empresas, entre ellas el gigante brasileño Odebrecht, se retiraron por diferencias con el procedimiento.
La capital peruana puso en marcha en 2011 un tren eléctrico elevado que recorre 22 kilómetros y constituye la línea 1 del metro de Lima/AFP.