En La Picota | El Nuevo Siglo
Sábado, 17 de Diciembre de 2011

El presidente del Directorio Nacional Conservador Efraín Cepeda Saravia le envió una carta al director del INPEC solicitándole permiso para trasladarse en compañía de los demás miembros de ese ejecutivo político a rezar la novena de aguinaldos en el panóptico del Congreso de la República ubicado en la cárcel La Picota. La aprobación fue inmediata. El acto estaba concertado para el 15 de diciembre, pero Cepeda pidió posponerlo por un día para poder llegar con todos los codirectores de su colectividad. Sin embargo, la misiva se filtró a los medios y ahí fue Troya.

En los extramuros. El periodismo bogotano no entiende cómo Cepeda, el abanderado de la reingeniería conservadora que apunta a rescatar el Partido, pretende recomponer la buena imagen trasteando temporalmente sus cuarteles a los extramuros penitenciarios del sur de la Capital.

Las dudas. Unos acuciosos lectores de La Barca expresaron que si el ex presidente Andrés Pastrana Arango tenía dudas para regresar al Partido de sus mayores, ahora no se lo imaginan retornando como jefe natural de la colectividad a aprobar con su presencia estas andanzas, cuando ha venido manifestando sus reservas frente a las conductas de sus jefes.

Rumbos del plan. No obstante, Cepeda pretende realizar una labor de alta reingeniería para revivir el Partido y darle nuevos aires. Nadie sabe por qué no ha explicado en qué consiste ese alto menester. Solo se sabe de la conformación de unas comisiones que, con Fabio Valencia Cossio a la cabeza, pretenden renovar al gran Partido.

Un notable dijo No. El ex gobernador Nicanor Restrepo Santamaría, notable dirigente empresarial antioqueño, ha declinado el honor de trabajar al lado de Valencia Cossio.

Entre tanto, las comisiones trabajarán sin destino conocido, pues la meta no parece que va a cambiar mucho a partir del mandato del senador costeño.

Interrogantes. ¿Qué podrán hacer las comisiones? ¿Preparar unos nuevos Estatutos o formular recomendaciones sobre política ambiental? Para este menester, Cepeda ya tiene el nombre del ex ministro Hernando Yepes Arcila, quien todavía no ha respondido tal apremio. ¿Propondrá alternativas a la reforma de la justicia? ¿Ofrecerá fórmulas para resolver el agudo problema de la pobreza? ¿Hará indicaciones sobre la política de vivienda? ¿Organizará un estatuto carcelario para los copartidarios que caigan en desgracia por cuenta de la Dirección de Estupefacientes? ¿Coadyuvará con el gobierno Santos en sus políticas para hacerle frente a la crisis económica mundial que se ve venir? Y finalmente ¿cuál será la repercusión que este trabajo tendrá en la vida de la Nación y en la precaria supervivencia del partido de Caro y Ospina?

Banderas y sábanas. No cabe duda de que el Conservatismo vive una de las peores crisis de su historia. Las elecciones pasadas lo convirtieron en un Partido periférico o una “asociación rural”, como la llamó acertadamente el ex presidente Pastrana Arango, quien ha sostenido que la colectividad cambió las banderas por las sábanas de los moteles.