En la antesala del quirófano | El Nuevo Siglo
Lunes, 19 de Agosto de 2013

Como al suscrito nadie le va a salir adelante con la noticia de su propia operación del mango, el barquero se permite contarles a sus lectores y amigos que este martes, 20 de agosto de 2013, a las 7 de la mañana, seré sometido a una intervención quirúrgica de corazón abierto, en la prestigiosa Clínica Shaio, de Bogotá.

 

Mi paciente esposa Clarita y su familia; mis hermanos y mis sobrinos  confían en que saldré airoso de esta dura prueba porque estoy en las mejores manos: las del Dios todopoderoso y las de los más eminentes cirujanos que verán mi principal músculo funcionando, en vivo y en directo, y dictaminarán qué es lo que tengo.

Sé que mis queridos e inolvidables viejecitos (papá Arturo y mamá Adelita) hacen fuerza desde el más allá para que a su gordito le vaya bien a su paso por el quirófano y que tenga, asimismo, un postoperatorio sin complicaciones.

 

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La solidaridad. El barquero agradece de corazón las muestras de solidaridad que comenzó a recibir desde el momento de su reclusión en la habitación 402 de la Shaio, en los preparativos de la operación.

Resultan verdaderamente gratificantes las voces de aliento recibidas de parte no solo de mi querida familia sino de los apreciados integrantes del Centro de estudios de “Los pájaros dormidos”, encabezados por el notable constitucionalista Clímaco Giraldo; los muy apreciados compañeros de las faenas matinales, en La Hora de la verdad, de la Red, de RCN, comandados por el exministro Fernando Londoño Hoyos,  nuestro faro, brújula y guía; los colegas de la redacción de EL NUEVO SIGLO, que dirige el historiador Alberto Abello; la gente tan querida como Luz Elena Azcárate, de Telepacífico, el canal caleño que acogió La Barbería cuando fuerzas oscuras presionaron su cierre en Cablenoticias; el Colectivo Mambrú que produce dominicalmente el Juan Guerra para el diario digital Eje 21, de Manizales, dirigido por Orlando Cadavid y Evelio Giraldo, y las cadenas de oración que promueve desde mi Caldas natal el colega Héctor Arango Muñoz.

 

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Otros amigos. Y que no se nos queden por puertas personas tan especiales como don Fabio Echeverri Correa y bella señora; Rodrigo Marín Bernal y doña Nani Quiroz; Emilio Echeverri Mejía y señora; la familia Londoño Camargo; doña Natalia de Greiff, Hernando Yepes Arcila y señora; Raúl Tamayo Gaviria, en Medellín; Gustavo Alvarez Gardeazábal incomparable amigo en Tuluá, y la incontable cantidad de buenos y siempre leales amigos que me ha dispensado el apasionante ejercicio periodístico que preferí por encima del desempeño de la abogacía. Finalmente, como dice Luis Fidel Moreno, me gustaron más las primicias informativas que los códigos. 

A todos, Dios les pague y les dé el cielo.

 

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 Un poco de guasa. En coyuntura como la que nos ocupa debe haber espacio para el humor: Mañana martes, cinco horas después de haber ingresado el barquero al quirófano de la Clínica Shaio, un santista de raca mandaca le dirá a otro: “¿Cómo te parece? Los cardiólogos acaban de confirmar oficialmente que el barquero William Calderón SÍ tiene corazón!