Un total de 36 familias de Salaminita, corregimiento del municipio de Pivijay, en Magdalena, recuperaron tierras que abandonaron por presión de los paramilitares.
Así lo informó la Unidad de Restitución de Tierras (URT) al dar cuenta de una acción realizada con el apoyo de la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ) y la Embajada de Suecia.
Los beneficiarios de esta restitución en Salaminita están acreditados como los verdaderos dueños de los predios. Por presión de los paramilitares debieron abandonarlos hace más de 15 años.
Una de las reclamantes es Elvira Crespo. Ella aseguró que, tan pronto regrese a su corregimiento, comenzará a trabajar: “Debemos empezar a trabajar, para volver a tener lo que la violencia nos quitó. Lo que trabajamos en 20 años, lo perdimos en una hora; pero eso no nos vuelve a pasar. Regresaremos tranquilos a nuestras tierras”
“Cada vez que un campesino regresa a sus tierras, se construye un metro más del camino de la paz. Y la recompensa de nuestro trabajo es verlos bien, trabajando; disfrutando su regreso y sacando sus familias adelante. En el campo, ahora, las decisiones las toman los jueces de la República; y no los grupos armados ilegales. Estamos saldando la deuda que Colombia tiene con los campesinos y no descansaremos, hasta pagarla toda.”, afirmó Ricardo Sabogal, director general de la URT.
Feliz de recuperar lo que perdió, Elizabeth Crespo agradeció la ayuda. Y para celebrar la noticia, le compuso una canción a su corregimiento. “Salaminita, pueblo querido; aquí nos tienes, contigo. Con lucha y con sacrificio, aquí vamos a volver. Y si Dios nos da el permiso, vas a volver a nacer”, dice la primera estrofa.
La embajadora de Suecia en Colombia, Marie Andersson, indicó que regresa a su país con la satisfacción del deber cumplido: "Ahora que mi tiempo como embajadora en Colombia termina, estoy muy complacida de ver el fruto de varios años de trabajo conjunto entre la Embajada, la comunidad de Salaminita, la Comisión Colombiana de Juristas y la Unidad de Restitución de Tierras. Hoy Colombia está viviendo una nueva realidad que le apuesta a la paz y la reconciliación, y no a la guerra ni a los abusos de unos sobre otros".
Para Alexis Sánchez, otro de los beneficiarios, recordar lo que pasó no es fácil. Él insistió en que la espera valió la pena y en que no ve la hora de volver a su tierra, para empezar a cultivar “ñame, yuca, maíz. Y voy a criar animalitos. Eso era lo que tenía y hacía hace más de 15 años. Y voy a recuperar el tiempo perdido. La tierra es una bendición, para nosotros”.
Para Gustavo Gallón, director de la CCJ, el valor de las habitantes de Salaminita hizo posible dar el primer paso a la reconstrucción del pueblo: “Este logro le pertenece, en primera instancia, a la comunidad; por la valentía y la constancia en la exigencia sus derechos. Esta entrega se convierte en el primer paso en la reconstrucción del centro poblado de Salaminita. Nos quedan importantes retos en la construcción de las viviendas; el centro de salud; el centro educativo; la casa de la memoria; la entrega de proyectos productivos; el diseño y la puesta en marcha del plan retorno, entre otros”.
La historia de Salaminita
El 7 de junio de 1999 paramilitares del Frente Pivijay del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), bajo el mando de Tomás Gregorio Freyle, alias Esteban, asesinaron a tres campesinos y a la inspectora de policía del corregimiento, desplazaron a los habitantes y derrumbaron, con un buldócer, las casas existentes en la población, la escuela y el centro de salud.
17 años después, el 16 de diciembre de 2016, el Tribunal de Restitución de Tierras de Antioquia reconoció los hechos victimizantes sufridos por la comunidad, integrada por 160 familias, su relación con el conflicto armado, y su vínculo jurídico y material con las tierras reclamadas. Así mismo emitió una sentencia con la que ordena la reconstrucción del pueblo y la reparación de sus pobladores.
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