Una nueva imposición se busca implementar desde el Senado de la República con el proyecto de ley N° 21 de 2016, por medio de la cual “se crea la Ley Nacional de Fomento a la Lectura y se dictan otras disposiciones”, un tema que abre la expectativa por los antecedentes que en proyectos similares no han tenido éxito.
Según los argumentos del proyecto que se está desarrollando a través de la Comisión Sexta, “estudios del DANE evidencian que los colombianos leen poco, varios departamentos del país cuentan con menos de cinco librerías, y el promedio de número de libros leídos por habitante es de 1,6. Ante estas cifras, se hace imprescindible crear una ley que fomente la lectura, especialmente la digitalizada”.
La explicación del proyecto corresponde además a que “de acuerdo a las cifras del DANE, entre el 2000 y el 2005 el número de libros leídos por habitante disminuyó de 2,4 a 1,6. La venta de libros se concentra en 3 ciudades y 13 departamentos del país cuentan con menos de cinco librerías. Otras cifras reveladas mostraron que el 47% de los hogares colombianos tiene menos de cinco libros y el 22% no tiene ninguno. Ante estos indicadores que evidencian la falta de lectura en el país, surge este proyecto”.
Según lo señala el proyecto de ley, “esta iniciativa busca fomentar a todos los colombianos la lectura y la escritura, con el fin de mejorar los índices de conocimiento general, imaginación, creatividad y ortografía, se pretende implementar el libro digital y la lectura virtual, fomentando y apoyando la digitalización y producción de libros, asimismo facilitando el acceso a esta herramienta tecnológica tanto en zonas urbanas como en rurales”.
La propuesta expone que “el Gobierno nacional definirá y pondrá en marcha el Plan Nacional de Lectura y Escritura (PNLE), en cuya elaboración y ejecución participarán los Ministerios de Cultura, Educación y Tecnologías de la Información y Comunicaciones, también establecerá premios y concursos para destacar las diferentes formas de expresión literaria, becas para los autores, realización de talleres, encuentros y congresos literarios”.
A lo anterior se suma que “se fomentará una cultura de respeto por las creaciones intelectuales y sus autores. Para ello se apoyará la divulgación de la creación nacional en el país y el extranjero e impulsará, en el ámbito escolar y social el conocimiento de las obras literarias y artísticas y de sus autores, la valoración de la integridad de las obras culturales y el respeto al derecho de autor”.
Lucha incansable
En Colombia existen distintos entes, e incluso desde las mismas aulas, se trabaja arduamente por sembrar el hábito de lectura entre la comunidad estudiantil, así mismo se lanzan campañas con el fin de fomentar la lectura como una prioridad. Uno muy sonado fue la campaña navideña realizada por 7º año consecutivo por la Cámara Colombiana del Libro que lanzó la campaña de promoción “Yo regalo libros”.
El propósito de la campaña era motivar a los colombianos a regalar libros en Navidad y a pensar en el libro como una opción de regalo tanto o más válida como la ropa, los licores y la tecnología. Para ello, la campaña de 2014 (manejada por MEC) recurrió a un personaje atemporal y amado por todos los colombianos: Carlos Vives. En un comercial de 10 segundos producido por Diorama, Carlos Vives, con su carisma característico, invitaba a los colombianos a regalar libros. El comercial fue emitido del 8 al 21 de diciembre en diferentes franjas de Caracol Televisión y RCN televisión, así como por YouTube, lo que en su momento tomó gran auge, pero que posteriormente pasa sin pena ni gloria.
Cifras relevantes de Leer es mi Cuento
Otro de los programas al que se le ha trabajado de forma incansable es a Leer es mi Cuento, el cual, según indicadores que el Ministerio de Cultura compartió con EL NUEVO SIGLO, con corte al 31 de octubre de 2016, revela que se han construido 144 bibliotecas, se han adquirido 15.253.642 libros, además 1.286 bibliotecas están conectadas, (89% de las bibliotecas públicas adscritas a la RNBP), 1001 bibliotecarios capacitados en TIC, de 2015 a octubre de 2016.
Así mismo van “1.459 agentes capacitados en primera infancia, bibliotecarios capacitados en biblioteca escuela con inversión de MinCultura: 1006+ 371 bibliotecarios escolares capacitados en Seminario Biblioteca-Escuela con inversión TIC, bibliotecas públicas dotadas de computadores: 1.388 bibliotecas públicas dotadas (97%), 7.096 tabletas entregadas en bibliotecas, para una inversión total del Plan Nacional de Lectura y Escritura ‘Leer es mi cuento’: $550.050.980.888”.
“Proyecto debe ser archivado”
En el último punto del proyecto, este destaca en el seguimiento y medición de resultados que “el Ministerio de Cultura, Educación y de Tecnologías de la Información y Comunicaciones rendirán informes anuales de lectura al Congreso de la República y a la sociedad civil sobre el estado, avances y resultados de los programas enfocados a incentivar la lectura en los ámbitos de sus respectivas competencias. Cabe anotar que este Informe Anual de Lectura será difundido a través de medios radiales, televisivos, impresos y electrónicos. Adicionalmente, el DANE y los Ministerios mencionados realizarán seguimiento periódico a la evolución de los indicadores de lectura de la población colombiana”.
Al respecto, la ministra de Cultura, Mariana Garcés, emitió un concepto de más de 10 puntos, en el cuál asegura que dicho proyecto debe ser archivado, y en el cuál expone todos los argumentos para que este fin sea dado.
Dicho concepto fue dirigido al senador Ángel Custodio Cabrera Báez, presidente de la Comisión Sexta Constitucional Permanente, en el cual resalta de manera respetuosa abordar en forma general el articulado del proyecto y además recuenta las políticas y programas actualmente existentes que hacen innecesaria una norma como la propuesta.
Uno de los argumentos expone que “no se encuentra, ni en la exposición de motivos ni en el articulado, un estudio que permita comprender el papel efectivo que deberían tomar cada una de las entidades a las cuales, según el proyecto, les serían aplicables sus disposiciones, de la misma forma en que no se establecen los mecanismos o condiciones en que dichas entidades coordinarían sus diferentes objetivos en pro del objeto de la Ley”.
Así mismo, “no se hace referencia específica a entes que sí juegan un rol fundamental en garantizar el acceso democrático y el fomento a la lectura, como lo son por ejemplo las bibliotecas públicas, evidenciándose un acercamiento superficial al sector respecto del cual se está legislando”.
Allí señala que por estos motivos, “lo dispuesto por el artículo 6° del Proyecto de Ley presenta vicios de inconstitucionalidad al ordenar que el Plan Nacional de Lectura y Escritura cuente con “una dotación presupuestal regular y suficiente”. Además debe resaltarse que bajo estas condiciones, lo estipulado en los artículos 12, 15, 17 y 18 no podrá comprenderse como una orden, sino como una autorización de gasto, so pena de ser considerado inconstitucional”.
La Ministra de Cultura afirma que “desafortunadamente el proyecto se queda corto en sus objetivos, sin lograr traducir su finalidad en disposiciones efectivas que incentiven verdaderamente el sector editorial o el libro Digital. Según la visión de los redactores del proyecto, la forma de alcanzar este objetivo es dando al Ministerio TIC un papel protagónico en el proyecto, haciéndolo parte del Plan Nacional de Lectura, según lo establecido en el artículo 6° del proyecto. Valga resaltar que el artículo ordena al Gobierno ‘definir y poner en marcha’ el Plan, cuando este ya existe y se encuentra caminando con excelentes resultados, como se establecerá en la segunda parte del presente escrito”.
Otro de los argumentos de Garcés destaca que “en cuanto a la instrumentalización de tales deberes, y conforme a los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo, el Ministerio de Cultura desarrolla su oferta institucional por medio de programas transversales y específicos desde cada dirección técnica”.
Finalmente, entre varias cifras de inversión que este concepto resalta, la Ministra de Cultura señala que “en el actual Gobierno, el total de la inversión del Plan representa el 37% del presupuesto de inversión del Ministerio de Cultura” y que “con fundamento en lo anteriormente expuesto, de manera respetuosa el Ministerio de Cultura considera que este proyecto de ley debe ser archivado”.