Pobladores y autoridades permanecen alerta en 21 departamentos del país para contrarrestar los efectos de las heladas nocturnas, incendios forestales y deslizamientos de tierra.

Mientras en el altiplano cundiboyacense, los labriegos han extremado las precauciones a fin de evitar daños en los plantíos por las heladas, en la región del Caribe, de los llanos y la Amazonia mantienen la vigilancia en reservas forestales por la amenaza de las llamas avivadas por el viento y el calor.

En contraste, en el Valle del Cauca y varias localidades del Eje Cafetero podrían ocurrir aludes influidas por las lluvias, precisaron expertos del Instituto de Meteorología, Hidrología y Servicios Ambientales, Ideam.

En lo corrido de 2017 los bomberos y otras fuerzas combatieron 68 incendios, los cuales arrasaron 800 hectáreas cubiertas de bosques dentro de una nación distinguida por su biodiversidad.

En tanto que aguaceros dejaron miles de damnificados en ciudades como Cali.

En estos hechos dos personas murieron y 13 resultaron heridas como consecuencia de las inclemencias del tiempo, afirmó el director de la Unidad Nacional para el Riesgo de Desastres, Carlos Iván Márquez.

Alerta en la Sabana

Las autoridades de unos 15 municipios de Boyacá y Cundinamarca albergan el temor por los dañinos efectos que se esperan en la agricultura, debido a nevadas anunciadas para el centro del país.

Desde hace varias semanas los campesinos comenzaron a prepararse para paliar el efecto que puedan provocar las bajas temperaturas en las cosechas de hortalizas, legumbres, papa, maíz, verduras y pasturas de resiembra y así evitar más pérdidas.

Se dio a conocer que ante la actual temporada invernal fue aprobado en esa región un plan de contingencia, preparado por el Ministerio de Agricultura, que consiste en aplicar sistemas de riego donde sea necesario, alertas tempranas sobre la situación de las lluvias y no sembrar en esta época del año.

Por su parte, el Ideam alertó en el sentido de que las heladas pueden extenderse hasta los primeros días de febrero.

Según los datos las localidades de la región en donde se presenta este fenómeno climático con más fuerza son Tunja, Sogamoso, Samacá, Paipa, Duitama, Chita, Toca, Nobsa, Tibasosa y San Miguel de Sema.

Esteban García, médico veterinario que trabaja en fincas de Cundinamarca, dijo que en “Nemocón y en Zipaquirá está helando hartísimo”.

Eleázar Corredor, ganadero de la Sabana, comentó que las dos fincas que arrendó en Cajicá y Zipaquirá para dedicarse al negocio sufrieron afectaciones por cuenta de las heladas.

El productor coincidió con García en que las bajas temperaturas se vienen presentando casi todo el mes y que el fenómeno se acentuó cuando la primera capa de escarcha cubrió sus predios el pasado domingo, cuando la temperatura bajó a -3°C.

“El domingo fue la más dura y ya para el martes había mermado, pero igual hay algunos parches quemados de pasto. Yo creo que ha bajado el forraje, ha disminuido en un 50%”, precisó.

Ante esta situación, los trabajadores pecuarios se han quedado sin alimento para sus ganados, lo cual baja enseguida la producción de leche. Por ahora deben recurrir a suplementos como concentrados y glicerol, en el caso de Corredor, para sostener a sus animales mientras vuelven a crecer las pasturas.

Nariño

Hasta el momento, las heladas han perjudicado a decenas de pequeños productores en Nariño, sobre todo en los cultivos de papa y pasto para el ganado, que ha tenido que ser protegido durante las noches.

Autoridades agrícolas indicaron que la situación climatológica allí podría incidir con fuerte intensidad hasta finales de enero, con nuevos daños en la producción de alimentos, lo cual incluye la producción de leche.

De acuerdo con reportes llegados desde Pasto, el mal tiempo ha provocado en Nariño pérdidas por el equivalente a más de US$16 millones.

Los municipios más golpeados de la zona son Cumbal, Guachucal, Aldana, Pupiales, Gualmatán, Córdoba, Potosí, El Contadero, Pupiales, Puerres, Ipiales, Cuaspud, Túquerres, Ospina e Imués.