Un grupo de 25 niños y jóvenes colombianos radicarán la primera tutela por cambio climático en Latinoamérica. Específicamente, los accionantes le exigirán al Gobierno colombiano que presente un plan para reducir a cero la tasa de deforestación en la Amazonía para 2020.
La acción judicial será presentada este lunes ante el Tribunal Superior de Bogotá.
El recurso de amparo va dirigido a la Presidencia, a los Ministerios de Ambiente y Agricultura, y Parques Nacionales Naturales de Colombia, así como a las alcaldías y gobernaciones del departamento del Amazonas, quienes tienen un plazo de seis meses para responder.
Los jóvenes también solicitarán que se haga un acuerdo para sean incluidos en la toma de decisiones en esta materia.
Según datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), citados por la organización no gubernamental Dejusticia, la Amazonía es la región donde “se está destruyendo el bosque de manera más desmedida”.
De acuerdo con el último reporte consolidado del Ideam, en el 2016 la deforestación en el país creció 44%. El país andino perdió 178.597 hectáreas de bosque y de este total, el 39 por ciento está en la Amazonía.
Por otra parte, según la organización ambientalista internacional WWF, en los últimos 50 años la selva amazónica ha perdido 17% de su cubierta forestal por la explotación maderera, el avance de la agricultura, la explotación petrolera y la ganadería.
La tala de árboles genera, además de la pérdida de riqueza natural, la liberación de toneladas de gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono), los principales causantes del cambio climático.
Los tutelantes afirman en su acción jurídica que la deforestación en la región amazónica “genera una amenaza grave sobre los derechos fundamentales de quienes hoy somos jóvenes y que enfrentaremos en nuestra vida adulta los efectos del cambio climático”.
Y añaden: “Hay suficientes elementos fácticos y evidencia para sostener que de mantenerse el ritmo de deforestación en la Amazonía colombiana, es posible que ocurran desastres naturales asociados al cambio climático”.
Los accionantes, como Yurshell Rodríguez y Pablo Cavanzo, viven en 17 ciudades y municipios de Colombia que tienen el mayor riesgo de sufrir consecuencias por el cambio climático: Arauca, Bogotá, Buenaventura, Cali, Cartagena, Cubarral, Envigado, Florencia, Floridablanca, Itagüí, La Calera, Leticia, Manizales, Neiva, Palmira, Quibdó y San Andrés y Providencia.
En Providencia, por ejemplo, se espera que la temperatura aumente 1,4 grados y las lluvias se reduzcan 32% para el año 2070, según los cálculos del Ideam. Esta es la región del país que más se vería afectada por la variabilidad climática.
En Cundinamarca, la temperatura aumentará 1,5°C y las lluvias crecerán cerca del 10%. En este departamento está Bogotá, la capital, la segunda ciudad colombiana con mayor riesgo.
Aunque la distancia entre Bogotá y el Amazonas es de 727 kilómetros, una afectación al bosque amazónico afecta directamente a la capital colombiana, la más poblada del país, con ocho millones de habitantes.
“Las lluvias que alimentan al Páramo de Chingaza, que es la principal fábrica de agua de la capital, se producen y viajan desde allí”, dice Dejusticia en una nota de prensa.
César Rodríguez, director de Dejusticia y abogado de los jóvenes, añadió que esta tutela se suma a otros litigios en Estados Unidos y Europa: “así como los alcaldes de Nueva York y San Francisco demandaron a las empresas petroleras más contaminantes para que compensen los daños del cambio climático, y una corte le ordenó al gobierno de Holanda disminuir las emisiones de carbono del país, nosotros estamos pidiendo que Colombia cumpla los compromisos que ha adquirido contra el calentamiento global.