La Personería de Bogotá encontró que entre 2007 y 2012 la Secretaría de Ambiente ordenó la tala de 30.464 árboles por el riesgo de “volcamiento”, sin que esa Entidad cuente con un inventario sobre el cumplimiento dado a esas órdenes de corte.
Se determinó que hay 6.465 árboles a cargo del Jardín Botánico, aún sin talar, en espacio público; de estos el 45% corresponden a conceptos de entre 2007 y 2010 y el 30% a 2011. Por esa situación la Personería solicitó a la Administración distrital tomar medidas inmediatas.
“El mecanismo actual de priorización de los conceptos que expide la SDA, consiste en intervenir solamente a petición de la comunidad y/o de los órganos de control y no de manera preventiva en todo el arbolado urbano”, explicó el Personero de Bogotá, Ricardo María Cañón.
De acuerdo con un estudio técnico del Jardín Botánico de 2012, basado en el inventario del arbolado de la ciudad, existen 53.594 árboles en un muy alto grado de riesgo de caída y 332.550 con alto grado, dato que contrasta con los conceptos emitidos por la Secretaria de Ambiente de 30.464 árboles, entre 2008 y 2012.
La Personería encontró que la Secretaría se ha demorado hasta 815 días para notificar a las entidades del propio Distrito, de un concepto de tala, “hecho que demuestra la falta de una política pública seria sobre el tema. Hay enunciados, no acciones”, dijo el Personero.
La situación es preocupante si se tiene en cuenta que el Fondo de Prevención y Atención de Emergencias (FOPAE) reportó 3.605 eventos de caída de árboles entre 2008 y 2012. Mientras que la Línea 123 registró quejas por 6.162 árboles en riesgo de caída, entre 2008 y 2012.
Alto costo
Para la Personería, la inminente caída de árboles genera un alto riesgo para la vida de muchas personas y pérdida total de viviendas y vehículos. Además, se pone en riesgo el patrimonio Distrital, pues la ciudad podría verse incursa en un sinnúmero de demandas multimillonarias por incidentes asociados con pérdida de vidas, lesiones personales y afectación en bienes de capitalinos.
Por ejemplo, en 2010, la señora María Antonia González perdió la vida por el volcamiento de un árbol cuya tala había sido recomendada tres años atrás por la Secretaría de Ambiente. En el proceso el Distrito fue demandado por $958’669.832. Entre tanto, la tala de un árbol le cuesta a la ciudad $374.864, es decir, el 0,04%, de la posible condena judicial.
El órgano de control observó, además, que el seguimiento que ejerce la autoridad ambiental a sus propios conceptos, es precario. En el periodo 2008 – 2012, esa Secretaría expidió conceptos técnicos que advierten sobre la urgencia de talar 30.464 árboles que se encuentran en peligro de volcamiento; sin embargo, la mayoría de entidades encargadas no ha sabido dar cuenta del efectivo acatamiento de esas recomendaciones.
La mayoría de talas pendientes en espacio público corresponden al Jardín Botánico, pero también hay otras solicitadas a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Codensa, IDU, Alcaldía Locales, UAESP, Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte, otras entidades del Distrito y particulares.
El Jardín Botánico manifestó no disponer de recursos ni de personal suficiente para acatar lo señalado en los conceptos de la SDA. Esa responsabilidad, según el Jardín, está asignada a dos funcionarios de planta que deben controlar no solamente todos los árboles del espacio público distrital, sino más de 400 contratos de prestación de servicios para la ejecución en terreno de las actividades.
La Personería revisó el monto del presupuesto destinado al tratamiento y conservación de bosques, consignado en el Plan de Desarrollo Bogotá Humana, y evidenció que éste resulta insuficiente y que, a la fecha, con esos recursos se mantendría un rezago de más de 3.500 tratamientos.
Por todo lo anterior, la Personería no solo solicitó medidas inmediatas sino que inició una indagación disciplinaria para determinar a los servidores públicos responsables de la falta de una labor diligente y preventiva en el tema que evite daños y tragedias a los bogotanos.