Después de una reunión entre la Alcaldía de Soacha y la Agencia Nacional de Infraestructura para concretar la construcción del tren, se aprobó el trazado definitivo de la estación de La Sabana en el centro de Bogotá y hasta la comuna dos del municipio de Soacha, en el sector de Las Vegas.

Esta solución para el transporte se contrataría mediante la Asociación Público-Privada (APP) donde el inversionista diseña, construye y administra durante 30 años el sistema. Para el mandatario regional, Juan Carlos Nemocón a finales de mayo se tendrán los estudios de factibilidad.

Y es que si los cronogramas se cumplen y sigue la voluntad política, la Sabana de Bogotá tendrá las primeras líneas del tren de cercanías seguramente mucho antes que se pongan de acuerdo para el metro pesado de la capital del país.

Desde hace varias décadas, cuando las líneas del ferrocarril fueron desechadas como fórmula para la movilización y desplazadas por el avión y los vehículos, se ha planteado que sean utilizadas con un metro pesado, un tranvía, línea de Transmilenio, vía de carros, entre otras soluciones que se han quedado archivadas.

Debido a tantos anuncios sobre la utilización de las líneas del ferrocarril, la ciudadanía no cree que sea una realidad, pero en esta ocasión confluyen varios elementos positivos. Uno de los más importantes es que el presidente Juan Manuel Santos en el Pacto por Bogotá dejó plasmado que en “equipo con la Gobernación seguiremos trabajando en la materialización del proyecto regional del Tren de Cercanías que conectará a la ciudad con Soacha, Chía y Zipaquirá”.

Mientras el proyecto total ascendería a 2,4 billones de pesos, otro de los elementos positivos es que tanto el alcalde Gustavo Petro como el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, terminan periodo el 31 de diciembre de 2015, tienen la voluntad política para sacar adelante el proyecto de los trenes de cercanías.

Hasta el momento las líneas para Facatativá, Soacha y Zipaquirá se construirían mediante la APP. Las dos primeras van como un riel debido a que en los próximos días se conocerá si la propuesta del consorcio integrado por las firmas Vossloh de Alemania, Cámara de España y Conconcreto de Colombia, pasa a estudio de factibilidad para dar inicio a la materialización de la integración regional del tren de cercanías Bogotá – Cundinamarca.

Entre los elementos positivos para sacar adelante el proyecto es que después de dos años de diálogos, según el Gobernador de Cundinamarca, se logró que el Distrito Capital accediera a que el tren ingresara a la ciudad y tuviera estaciones.

Al tiempo que se cambia el paradigma del transporte articulado por la Empresa Férrea Regional al mando de Bogotá y Cundinamarca, se conoció que la Nación también se convertiría en accionista de la empresa para que maneje el proyecto de la primera Línea del Metro pesado para la capital del país.

El proyecto es un sistema de transporte ferroviario que emplea un vehículo eléctrico ligero (Tren-Tram), en doble funcionalidad. En los tramos interurbanos actuaría como un tren de cercanías con velocidades hasta los 110 kilómetros por hora, funcionando como tranvía cuando circula en el ámbito urbano, lo que garantiza una integración y tiempos de viaje muy competitivos al evitar intercambios modales.