Los empresarios esperan que el Índice de Precios al Consumidor, IPC, llegue a 0,28 por ciento para marzo de este año, de acuerdo a la última encuesta de expectativas realizada por el Citibank. Este resultado coincide con la última consulta realizada por el Banco de la República.
Por su parte, los analistas de Credicorp Capital, estiman la inflación en 0,27 por ciento producto del avance esperado en los precios de algunos alimentos perecederos así como la estacionalidad propia de grupos como vivienda y salud, que contrarrestarían la estabilidad en el precio de la gasolina durante el mes.
Señala la firma comisionista que el consenso de mercado espera una inflación de 2.94% a diciembre de este año, similar a la registrada un mes atrás y cercana a la nuestra (3.0%).
En general, una reversión parcial de los efectos desinflacionarios generados por la reforma tributaria de 2013 (que ya están materializándose), conjuntamente con una demanda interna más fuerte y una depreciación observada del peso mayor a la esperada, justifican nuestra proyección.
Asimismo, el consenso del mercado espera una expansión de la economía de 4.5% en 2014 (previo 4.4%) y de 4.6% para 2015.
De otro lado, el 100% de los analistas espera una tasa repo inalterada en 3.25% para la próxima reunión del Banco de la República. Al mismo tiempo, la expectativa del mercado para el cierre de 2014 se mantiene en 4.25%, por debajo de la de Credicorp Capital (4.50%). El timing de la decisión sigue siendo una fuente de dispersión de las proyecciones.
De otro lado, las expectativas de tasa de cambio para el final del año se ubican en 2.026 pesos. “En contraste, en Credicorp Capital continuamos esperando una tendencia bajista sobre el tipo de cambio más adelante en el año, lo que se justifica particularmente por un importante dinamismo proyectado para los flujos de IED, la posible participación de extranjeros en la venta de Isagen, las expectativas positivas de flujos de inversionistas extranjeros hacia TES y nuestra percepción de que factores como la postura de política monetaria futura por parte de la FED, ya han sido en buena parte incorporados por el mercado.
Por su parte, la transmisión de la depreciación del peso sigue siendo moderada mientras que un incremento en los subgrupos de arriendos y comidas fuera del hogar sugeriría mayores presiones del lado de la demanda, aunque aún moderadas.
Adicionalmente, la reversión esperada de los efectos de la reforma tributaria también aparenta estar materializándose.
De todos modos ante el cambio en el lenguaje por parte del Banco de la República, no se esperaría que en la próxima reunión de la Junta Directiva se presenten cambios en la política monetaria.
Ante ello, los analistas sostienen que “mantenemos nuestra percepción de que el momento de inicio del retiro gradual del estímulo monetario dependerá en gran parte de la evolución futura de la inflación, si la condición de la economía global no se deteriora significativamente”.
Cabe destacar que en las últimas minutas, el Emisor señaló que “la información disponible sobre las variables internas de demanda, confianza, crecimiento del producto, crédito e inflación indica que la brecha del producto y la actual desviación de la inflación observada frente a la meta (brecha de inflación) se han ido cerrando y se espera que continúe haciéndolo a lo largo del año”.