En paz pero con sus tres principales comunidades tan divididas como antaño y un Estado debilitado y empobrecido vive Bosnia que conmemora este viernes el vigésimo aniversario del comienzo de la guerra inter-étnica (1992-1995).
Los tres años de guerra dejaron 100.000 muertos y más de dos millones, casi la mitad de la población de esa ex república yugoslava.
Hace veinte años, el 5 y 6 de abril de 1992, los francotiradores serbios dispararon contra miles de personas que manifestaban en las calles de Sarajevo a favor de la paz, provocando las primeras víctimas del conflicto. En esa fecha, la Comunidad Europea reconoció la independencia de Bosnia.
"Las heridas de la guerra siguen profundamente ancladas en las relaciones entre las tres comunidades", musulmana, serbia y croata, que participaron en la guerra, explica Raif Dizdarevic, uno de los últimos presidentes de la federación yugoslava, antes de su sangriento estallido en los años noventa.
Serbios y croatas no indicaron por el momento si piensan conmemorar este aniversario, que será recordado el viernes en Sarajevo con un concierto en la principal avenida del centro ante miles de sillas vacías en recuerdo de los más de 10.000 habitantes de la ciudad muertos durante el sitio de la ciudad por las fuerzas serbias que duró tres años.
Las premisas de una guerra en Bosnia remontan al 1º de marzo de 1992, cuando los musulmanes y los croatas -mayoritarios- dicen Sí a la independencia en un referéndum boicoteado por los serbios.
"Pienso que esa tentativa de imponer a los serbios esa decisión fue un error", afirma el analista bosnio Esad Hecimovic, que señala que los serbios ya beneficiaban del apoyo militar del régimen en el poder en Belgrado.
El fin del conflicto quedó marcado por la matanza perpetrada por las fuerzas serbias en Srebrenica (este) en julio de 1995, en la que murieron unos 8.000 musulmanes, que la justicia internacional calificó de genocidio.
Cuatro meses después, los acuerdos de paz de Dayton (Estados Unidos), negociados bajo presión internacional, terminaron con el conflicto, pero consagraron la división de Bosnia en dos entidades, una serbia y la otra croato-musulmana, cada una con un alto grado de autonomía y unidas por instituciones centrales débiles.
Esa división y sus crisis políticas incesantes afectan el futuro del país y su ambición de adherir a la Unión Europea.
Bosnia es de hecho uno de los países más pobres de Europa, donde el desempleo golpea a más del 40% de sus 3,8 millones de habitantes, de los cuales un cuarto vive bajo el nivel de la pobreza, según la ONU.
Actualmente, los principales protagonista de la guerra están detenidos y/o juzgados por crímenes de guerra por la justicia internacional -como Radovan Karadzic o Ratko Mladic- o han fallecido./AFP