Con el fin de acabar con las denominadas cooperativas de trabajo ‘de papel’, el Legislativo se apresta a discutir un proyecto que regula este sector para evitar casos como el ocurrido en la salud en el que los hospitales contrataban cooperativas que no lo eran.
Así lo explicó el ahora autor de la iniciativa, el senador Arturo Yepes (reemplazo de Liliana Rendón) quien en diálogo con EL NUEVO SIGLO denunció que cerca del 6% del valor de los contratos, son las utilidades de una compañía que acude a este tipo de contratación.
El proyecto tendrá su primer debate en la Comisión Séptima del Senado en los próximos días.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el valor agregado del proyecto?
ARTURO YEPES: Se trata de que esas cooperativas sigan prestando su tarea pero que efectivamente sean cooperativas, porque ocurre que hay muchas instituciones de esta naturaleza que son una ficción y que vulneran los derechos laborales de quienes se vinculan, sin ser de verdad laborados y tienen que pagar una especie de intermediación laboral.
El proyecto pretende lograr que las cooperativas que de verdad son integradas con el espíritu de que sus asociados produzcan conforme a su capacitación y presten un servicio, se mantengan y sean respaldadas por el Estado, pero las que abusen de ese nombre encuentren obstáculos.
ENS: ¿Cuáles son los sectores en los que ocurre?
AY: Sin usar nombres para evitar que se moleste alguien que pueda mañana hacer una reclamación, digamos que buena parte de la contratación que se daba en el sector salud era eso. Los hospitales contrataban cooperativas que no eran cooperativas. Esto porque no se formaron con la voluntad de asociarse de los miembros que prestan el servicio, es que eso es lo que en verdad es una cooperativa.
ENS: ¿Es decir que hay cooperativas que en realidad son bolsas de empleo?
AY: Exactamente. Porque el espíritu del cooperativismo es la libre asociación de personas, que tienen bienes o servicios para ofertar a cualquier otro renglón de la economía pero que ellos son los verdaderos propietarios. No que el propietario es un tercero que abusa de su posición dominante porque tiene el capital y luego, aprovechando los vacíos que tiene la ley les quita parte de su remuneración de cuenta de un porcentaje de administración a los que trabajan para ellos.
ENS: ¿Cuántas cooperativas incurrirán en eso?
AY: Ese estudio el Ministerio no lo ha hecho, pero las quejas son innumerables. Prácticamente en todos los departamentos, por no decir que en casi todos los hospitales del país existía ese modelo.
ENS: ¿Algún otro sector?
AY: Sí claro, se ha denunciado en el sector agropecuario y en la industria porque ese modelo que inicialmente se montó fue tomado como ejemplo para otros sectores para intentar generar menos costo de mano de obra.
ENS: ¿Cómo se les vulneraban los derechos?
AY: Cuando se contrata una cooperativa generalmente una empresa se libra de tener sindicato, que atender peticiones.
Son dos, el primero es el derecho de asociación sindical que generalmente se evita cuando se contrata una cooperativa. El segundo es la remuneración digna, porque finalmente la inmensa mayoría de las cooperativas termina pagándoles el salario mínimo.
ENS: ¿Y cuándo es una cooperativa real?
AY: Cuando se trata de una cooperativa de verdad, se supone que no tiene ánimo de lucro y por lo tanto cualquier utilidad que dé un contrato se reparte entre sus asociados, y en servicios que les prestan a sus familias por lo cual se recibe en bienes y servicios un equivalente a lo que se dejaría de recibir en dinero efectivo.
ENS: ¿De cuánto podrían ser las utilidades de una compañía haciendo esto?
AY: Esa parte como siempre es un juego contable, si uno revisa esas cooperativas de papel por llamarlas así, nunca declaran utilidades. De manera que ese es un cálculo imposible de hacer, pero por la información que uno tiene extra, generalmente se acerca al 6% del valor total de los contratos.