El final de la huelga de empleados del petróleo de Noruega fue anunciado este martes por el Ministerio de Trabajo, donde los interlocutores sociales habían sido convocados minutos antes de que entrara en vigor un "lock-out" (cierre) de los puntos de producción por decisión de la patronal OLF.

La amenaza de cierre condujo al Gobierno a intervenir en el último momento para buscar una salida al conflicto originado por el régimen de jubilaciones, que será determinado por arbitraje obligatorio.

"Naturalmente, nosotros nos sentimos traicionados", indicó el jefe de Industri Energi, Leif Sande, al diario digital económico E24. Sin embargo, los sindicatos piden a sus afiliados que vuelvan de inmediato al trabajo.

"Ahora nos sentimos aliviados por no tener que suspender la producción en la plataforma continental noruega, aunque estábamos dispuestos a poner en marcha un "lock-out" si el Gobierno no hubiera intervenido", recalcó por su parte el negociador de la patronal OLF, Jan Hodneland, en un comunicado publicado en la web de la organización.

Un cese completo de la producción en la plataforma continental noruega hubiera tenido "consecuencias serias" para la credibilidad de Noruega como país exportador de hidrocarburos y el aprovisionamiento de gas y petróleo de Europa, estimó en un comunicado publicado en la web del Gobierno la ministra de Trabajo, Hanne Bjurstoem, crítica con la decisión de la patronal..

La producción en las instalaciones se va a reanudar de forma progresiva. Por efecto de la huelga, el trabajo había parado en varios lugares y las petroleras se disponían a aplicar a partir del lunes a medianoche un cierre que hubiera impedido trabajar a los 6.515 empleados del petróleo, cubiertos por los acuerdos salariales sobre los empleos offshore.

La OLF había anunciado el jueves el "lock-out" a partir de la medianoche del lunes con objeto de terminar con la huelga de los 700 empleados del sector petrolero, afiliados a los sindicatos Industri Energi y SAFE, que perturbaban la producción noruega de hidrocarburos desde el 24 de junio.

Statoil, el gigante petrolero público noruego y el grupo más afectado por los 16 días de huelga, anunció en un comunicado que se disponía "a reanudar la producción en las emplazamientos más afectados" por el conflicto.

El conflicto giraba en torno a un régimen especial para los empleados que querían jubilarse a los 62 años, tres antes de la edad legal en su sector y cinco años antes de la edad legal en Noruega.

La huelga había conllevado la suspensión de la producción de petróleo y gas en los campos del grupo en Oseberg y Heidrun, en el mar del Norte, con una pérdida diaria de unos 240.000 barriles de petróleo y 11,9 millones de m3 de gas, según la OLF.

Statoil estima que la producción debería recobrar su nivel habitual en menos de una semana.

La huelga ha costado unos 3.100 millones de coronas (414 millones de euros), según cifras de la OLF.

Los precios del petróleo bajaban la mañana del martes en Asia tras el anuncio del fin de la huelga de los empleados del petróleo en Noruega.

En las operaciones matinales, el barril de West Texas Intermediate (WTI, designación del "light sweet crude" negociado en Estados Unidos) para entrega en agosto perdía 77 centavos a 85,22 dólares.

El barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto también bajaba 1,62 dólares a 98,70.

Noruega es el octavo exportador de petróleo en el mundo y el segundo exportador de gas, según la Agencia Internacional de la Energía.

La última huelga de trabajadores del sector petrolero se remonta a 2004 y se suspendió al cabo de una semana gracias a la intervención del gobierno.

AFP