Más de mil empleados de bancos chipriotas se manifestaron este jueves para pedir la protección de sus fondos de pensiones y sus empleos, en peligro por el plan de rescate de la isla, al borde de la quiebra.
Los empleados hicieron huelga durante dos horas convocados por el sindicato Etyk y luego se manifestaron para pedir que se mantengan sus puestos de trabajo y se protejan los fondos de pensiones en los dos grandes bancos del país, Bank of Cyprus y Laiki.
A pesar de que el presidente de Chipre, Nicos Anastasiadis, aseguró la semana pasada que los fondos de pensiones estarían protegidos en los dos bancos, los empleados se manifestaron este jueves ante el parlamento.
"Queremos compromisos escritos sobre la protección de nuestros fondos de pensiones y nuestros empleos", dijo George Georgiou, de 35 años, que trabaja en la banca desde hace 14 años.
El sector bancario emplea a 13.000 personas en Chipre, un 1,5% de la población de esta isla del Mediterráneo que tiene cerca de un millón de habitantes.
El draconiano plan de rescate acordado con la troika de acreedores internacionales -Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI- incluye aumentos de impuestos, reducción de funcionarios, privatizaciones y una reestructuración radical del sector bancario de la isla.
El primer banco del país, Bank of Cyprus, ya está en curso de reestructuración y el segundo, Laïki, será liquidado. El acuerdo con la troika llama además a contribución a los depositantes con más de 100.000 euros, que podrían perder hasta el 60% de sus depósitos.
AFP.