Los Hermanos Musulmanes egipcios anunciaron el lunes que más de 450 de sus presos islamistas, incluyendo allegados al presidente Mohamed Mursi derrocado en julio, iniciaron una huelga de hambre contra sus malas condiciones de detención.
"Más de 450 Hermanos Musulmanes presos políticos y allegados a Mursi iniciaron una huelga de hambre para denunciar el trato inhumano en la cárcel", anunció en Twitter la cofradía, que el poder actual reprime severamente.
Después de que Mursi fuera derrocado el 3 de julio, las nuevas autoridades, establecidas por el ejército, iniciaron una campaña de represión, en ocasiones sangrienta, contra la cofradía islamista que hasta el momento se saldó con mil muertos y miles de detenidos. El punto álgido de esta campaña se registró el 14 de agosto, cuando policías y soldados mataron a cientos de sus partidarios al dispersar una protesta en El Cairo.
Igual que Mursi, casi todos los miembros de la dirección de los Hermanos Musulmanes, cofradía fundada hace 85 años, se encuentran actualmente detenidos y los que no lo están son objeto de persecuciones, principalmente por la muerte de manifestantes anti-Mursi.
"Muchos presos políticos Hermanos Musulmanes tienen prohibidas las visitas de familiares, la asistencia jurídica, la atención médica y [viven en] celdas superpobladas e insalubres", indicó la cofradía.
Entre quienes iniciaron la huelga de hambre figuran Jairat al Shater, adjunto al Guía Supremo y considerado el auténtico 'hombre fuerte' de la cofradía; Esam al Arian, número dos del partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes; Mohamed Beltagi, un exparlamentario; Usama Yasin, exministro de Juventud; así como varios consejeros presidenciales de Mursi como Esam al Hadad, Ayman Ali y Ahmed Abdelaty.
A principios de diciembre, la organización Human Rights Watch acusó al ejército de ser responsable de la "desaparición forzosa" de cinco miembros de la guardia personal de Mursi, detenidos en secreto desde su destitución.
Entre ellos figuraba el ya citado Hadad que posteriormente fue trasladado a la prisión de Tora en El Cairo, donde se encuentran la mayoría de los dirigentes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos su Guía Supremo, Mohamed Badie.
Mursi, por su parte, está encarcelado en Alejandría, la segunda ciudad del país, en la costa mediterránea.
El ejército destituyó a Mursi el pasado 3 de julio tras multitudinarias manifestaciones que reprochaban al presidente islamista no haber sabido gestionar el país y haber servido a los intereses de su cofradía.
Desde entonces, los cargos se han multiplicado contra los miembros y dirigentes de los Hermanos Musulmanes, un influyente movimiento muy organizado en Egipto que ganó todas las elecciones organizadas desde la revuelta popular que expulsó a Hosni Mubarak del poder en febrero de 2011.
Así, Mursi está siendo juzgado por tres casos: su evasión de prisión durante la revuelta de 2011, la muerte de manifestantes y las acusaciones de "espionaje" en beneficio de organizaciones extranjeras para cometer "actos terroristas".