Estados Unidos y Rusia anunciaron ayer que un cese de hostilidades entrará en vigor el sábado en Siria, donde se producían duros combates cerca de Alepo (norte), al día siguiente del atentado yihadista más mortífero en cinco años de guerra.
En una declaración conjunta, Rusia y Estados Unidos dijeron que el alto al fuego involucra a las partes que han estado combatiendo durante los cinco años del conflicto sirio, pero no al grupo Estado Islámico (EI), ni al Frente Al Nusra, organización afiliada a Al-Qaeda.
"La cesación de hostilidades se aplicará a las partes involucradas en el conflicto sirio que han indicado que respetarán los términos" del acuerdo, dice el comunicado.
Estas partes tienen hasta el viernes 26 de febrero a las 12h00 locales (10H00 GMT) para comunicar a Estados Unidos o Rusia su adhesión a este acuerdo.
El alto al fuego entrará en vigor el sábado a las 00h00 GMT locales de Damasco (22h00 GMT del viernes).
Tras el anuncio, el presidente ruso Vladimir Putin dijo a la televisión de su país: "raremos lo necesario con Damasco, con las autoridades legítimas sirias. Contamos con que Estados Unidos haga lo mismo con sus aliados y los grupos a los que apoya".
Asimismo, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, al confirmar la conversación entre Putin y Barack Obama, subrayó: "este es un momento oportuno y estamos esperanzados de que todas las partes lo capitalizarán".
En Riad, donde grupos claves de la oposición siria se reunieron nuevamente ayer, un portavoz del Alto Comisionado de la negociaciones (HCN) indicó a AFP que "los rebeldes estudian este acuerdo".
"Discutimos con el enviado especial estadounidense para Siria, Michael Ratney", afirmó Riad Nasan Agha.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, saludó este lunes este acuerdo, una "señal de esperanza largamente esperada" y llamó a todas las partes a acatarlo.
El acuerdo "contribuye a crear un ambiente propicio para retomar las negociaciones políticas" en Siria, interrumpidas a comienzos de febrero, indicó Ban.
El cese el fuego parcial no se extenderá a los esfuerzos internacionales para combatir al EI y a otros grupos yihadistas en Siria, lo que complica su puesta en marcha.
Rusia lanzó en septiembre una campaña aérea en Siria contra objetivos "terroristas" pero se le ha acusado de bombardear posiciones de los insurgentes no yihadistas.
Por su parte, Irán ha enviado a Siria consejeros militares y el movimiento chiita libanés Hezbolá ha desplegado al menos 6.000 hombres para combatir junto al presidente sirio Bashar al Asad.
Este conflicto ha dejado más de 260.000 muertos, millones de exiliados y un país en ruinas.
Entretanto el balance de los atentados del domingo reivindicados por Estado Isámico se acercó a los 200 muertos.
En el atentado cometido cerca del santuario chiita de Sayeda Zeinab, a menos de 10 km de Damasco, murieron 134 personas, de los cuales 97 civiles según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), mientras que en el del barrio Al Zahraa, de Homs, perecieron 64 personas.
El atentado cerca del santuario chiita ha pasado a ser el ataque más sangriento cometido desde el inicio de la guerra en Siria en 2011, según el OSDH, ONG basada en Reino Unido.
Las tropas de Al Asad han logrado importantes avances desde el inicio de las incursiones aéreas rusas, con combates particularmente fuertes en las últimas semanas en la provincia de Alepo (norte).
Pero sus esfuerzos para tomar la ciudad de Alepo sufrieron un revés ayer.
El EI y otros grupos yihadistas cortaron una ruta vital que unía el oeste de Alepo con otros territorios controlados por el gobierno, dijo el OSDH.
Si las fuerzas del gobierno no logran retomar el control de esta ruta, esto podría frenar su ofensiva en el área. /AFP