Las fuertes lluvias generaron emergencias en varias regiones del país, dejando 17 muertos y 56.000 damnificados, especialmente en Santander, Boyacá, Huila, Quindío, Tolima y Valle.
En Cota, Cundinamarca, fueron evacuadas 20 familias de la vereda Parcelas por el desbordamiento del río Chicú. La emergencia también deja 300 hectáreas inundadas y varios animales muertos.
En Bogotá, las lluvias dejan una persona muerta, 8 viviendas destruidas, 48 evacuadas y 206 viviendas afectadas.
Las autoridades de Soacha declararon la urgencia manifiesta debido a las lluvias que han azotado esta población.
“Con base en el recorrido que hicimos por el río Bogotá hace unas semanas, establecimos un protocolo de manejo que hoy, a pesar de las afectaciones que se han presentado, nos permiten decir que el impacto de la temporada invernal podría haber sido peor”, dijo el gobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz durante el recorrido que realizó por zonas afectadas.
En un balance de la situación, el mandatario seccional manifestó que en el departamento se han presentado aproximadamente 60 eventos con afectación de puentes peatonales y vehiculares, algunos deslizamientos, inundaciones y evacuaciones de algunas familias, entre otros: “Las situaciones, aclaró Cruz Vargas, han sido oportunamente atendidas, en 5 o 6 horas, por los organismos competentes”.
El secretario del Interior de Santander Carlos Ibáñez informó que el departamento se encuentra en alerta roja por la intensidad de las lluvias que dejan a la fecha una persona muerta, tres heridas y 127 familias damnificadas: “Las lluvias han provocado inundaciones en 13 municipios, hay problemas en varias vías por deslizamientos de tierra y aumentó el caudal de los ríos”.
El secretario de Planeación de San Miguel de Sema, en Boyacá, Carlos Pineda señaló que en esa localidad fue decretada la urgencia manifiesta y alerta roja tras el desbordamiento en varios puntos de la Laguna de Fúquene.
Según el funcionario, esta localidad ubicada al occidente del departamento, no se recupera de las inundaciones del año 2011 y está nuevamente en emergencia por las inundaciones, lo que afecta 40 por ciento de la productividad del municipio.
Por ahora no se reportan pérdidas en ganado, pues la mayoría de los animales fueron movilizados en noviembre y diciembre del año anterior; sin embargo, se hace un llamado a la comunidad para que esté alerta y evacue sus viviendas de ser necesario.
Muy preocupados están los habitantes de la región de La Mojana en los departamentos de Sucre, Córdoba, Bolívar y Antioquia porque el río Cauca se llevó parte de las obras que desde hace más de un año vienen ejecutando en el punto conocido como Santanita, para el cierre de uno de los boquetes que en las inundaciones del año 2010 hizo el río.
José Manuel Jiménez, uno de los líderes del municipio de Ayapel, Córdoba, dijo que esta situación se presenta como consecuencia de la negligencia del Estado, que dejó pasar la temporada de verano para terminar estas obras.
Jiménez aseguró que ahora los habitantes, que llevan dos años padeciendo por las inclemencias del invierno, se encuentran expuestos a sufrir nuevamente por la furia de la creciente del río Cauca.
El líder cívico también indicó que le solicitarán a los órganos de control que investiguen de qué manera se han gastado más de 250 mil millones de pesos que han invertido en el control de inundaciones en esta región y sin embargo todos los años se presentan las mismas emergencias.
Más de 500 casas inundadas y dos viviendas colapsadas es el balance parcial del desbordamiento del río Morales y de la quebrada La Ribera, en Tuluá. La emergencia se produjo tras una creciente súbita de los afluentes a su paso por la zona urbana del Municipio. Los más afectados fueron los residentes de la Urbanización La Villa, en donde el agua superó un metro de altura.
Ahí, varias familias perdieron sus enseres y electrodomésticos y varios vehículos que se encontraban en los parqueaderos de ese complejo residencial sufrieron pérdida total.
Entre tanto, los habitantes del barrio Santa Rita del Río sufrieron las consecuencias porque el agua se devolvió por los sumideros.
El desbordamiento de la quebrada La Ribera, a su paso por el sector La Variante, causó traumatismo en la Clínica María Ángel, en donde varios pacientes tuvieron que ser trasladados a otras dependencias.
“Estas son tragedias sin precedentes y seguiremos en alerta, porque el invierno no da tregua” dijo el alcalde de Tuluá José Germán Gómez.