Ecuador expresó el jueves que "no hay motivos que justifiquen el retiro" de su embajador en Lima, Rodrigo Riofrío, como pidiera Perú luego de que el diplomático fuera acusado de agredir a dos peruanas en un confuso incidente en un supermercado de la capital peruana.
"El gobierno del Ecuador considera que no hay motivos que justifiquen el retiro de su embajador en la República del Perú; si esto ocurriera se sentaría un precedente nefasto que implicaría sancionar a quien, como en este caso, es la víctima de una agresión, lo que equivaldría a actuar en detrimento de la justicia", declaró la cancillería en un comunicado.
Agregó que "frente a este incidente de carácter personal", la cartera "ratifica su disposición a mantener canales de diálogo permanentes entre ambas cancillerías que aseguren el excelente nivel en el que se encuentran actualmente las relaciones entre nuestros dos países".
Asimismo, Quito indicó que "renueva los sentimientos de profundo afecto que siente por el pueblo del Perú, así como el sincero respeto que la mujer peruana se merece en todo momento y bajo cualquier circunstancia".
Quito respondió al pedido de Lima anotando que "en consideración a las magníficas relaciones de amistad" entre los pueblos y gobiernos de ambas naciones, la primera medida adoptada fue enviar al viceministro de Relaciones Exteriores, Marco Albuja, para "recabar directamente la información relacionada con estos sucesos y mantener contactos al más alto nivel con la Cancillería del Perú".
Añadió que tras "revisar detenidamente" un video del supermercado sobre los "lamentables hechos" y conocer el testimonio de un oficial de la Policía de Perú, en el que "da fe del ataque del que fuera víctima el embajador", la cancillería ecuatoriana "ha llegado a la conclusión de que el jefe de misión del Ecuador en Perú fue víctima de una agresión que le obligó a reaccionar en legítima defensa".
El incidente ocurrió el 21 de abril en el distrito limeño de Magdalena, luego del cual la ciudadana peruana Cristina Castro acusó al diplomático de insultarla con expresiones racistas y de golpearla en un supermercado.