Turquía cerró este lunes su embajada en Damasco debido a la degradación de las condiciones de seguridad en Siria, indicó una fuente diplomática turca.
"Las actividades de la embajada de Turquía fueron suspendidas desde esta mañana (del lunes)", precisó esa fuente que solicitó el anonimato, agregando que todo el personal diplomático turco había abandonado la capital siria.
Sin embargo, el consulado general de Turquía en Alepo, la gran ciudad siria del norte del país, a poca distancia de la frontera turca, permanecerá abierto, añadió la misma fuente.
"El cierre de nuestra embajada es evidentemente un mensaje político fuerte" al régimen de Damasco, subrayó una fuente cercana al gobierno turco.
De esta forma, Turquía sigue el ejemplo de varios países de la Unión Europea (Italia, España, Francia, Gran Bretaña, Holanda), así como de Estados Unidos y de las seis monarquías árabes del Golfo.
Siria es teatro desde hace más de un año de una revuelta popular, sangrientamente reprimida por el régimen del presidente Bashar al Asad.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, con sede en Gran Bretaña), más de 9.000 personas murieron en los enfrentamientos, atribuidos por el régimen a grupos "terroristas" que tratan de desestabilizar al país.
Turquía rompió con su vecino y ex aliado sirio debido a la represión y pidió la partida de Asad.
El domingo 1º de abril se realizará en Estambul una segunda reunión de los países "amigos de Siria" para hablar sobre las formas de ayudar a la oposición siria y poner fin a la represión del régimen de Damasco.
La clausura de la embajada turca en Siria tuvo lugar pocas horas después de una reunión en Seúl entre el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. Ambos acordaron el domingo suministrar una ayuda "no militar" a los insurgentes sirios, incluyendo equipos de comunicaciones, anunció un responsable estadounidense.
AFP