Lo que viene haciendo Cine Colombia con la transmisión de grandes obras de teatro desde Londres, y de la temporada de ópera de la Metropolitan Opera House de Nueva York, que por cierto llega ya al décimo año de transmisiones, sin duda tiene que estar cambiando la mentalidad del público en el país.
Al fin y al cabo la categoría del teatro en Londres es de una relevancia histórica y, la casa neoyorquina de ópera es una de las más importantes del mundo. Eso no se discute.
La noche del pasado jueves las salas de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Cartagena hicieron la primera transmisión de “The audience” de Peter Morgan y, las mismas salan traen, desde Nueva York, la “Tosca” de Giacomo Puccini.
Boletería agotada
En las salas de Bogotá se agotó por completo la boletería antenoche para ver a Helen Mirren meterse una vez más en la piel de la Reina Isabel II en “The audience” de Peter Morgan (Londres, 1963), aparentemente ocurre lo mismo con la retransmisión de mañana domingo: agotada la boletería.
El éxito tiene explicación en el antecedente cinematográfico de “The Queen”, película exitosísima, que reunió el talento del dramaturgo con la versatilidad actoral de Mirren, en la persona de la reina, capoteando las tensiones que rodearon la trágica muerte de Diana Spencer, la duquesa de Gales y la “Reina de corazones” del Reino Unido.
Lo interesante, tanto en el caso de Mirren, como de Morgan, no es que hayan encontrado un filón inagotable para explotar la popularidad de la monarca más longeva de la historia británica; no hay que ser un genio para saber que el mundo debe estar plagado de imitadores, de la reina de Inglaterra, la de Holanda o la de España.
Lo que se ve en la obra de teatro es la capacidad de una actriz, que ya empieza a entrar en la leyenda por su versatilidad (hasta actuó en los inicios de su carrera en la polémica “Calígula” (1979) de Tinto Brass (que aún hay quien sigue discutiendo si es, o no, pornografía), que escala verdaderas cumbres en su Elisabeth II del teatro, porque consigue el milagro de conservar ese hieratismo helado de la reina y transmitir que tras sus formalidades existe un ser humano.
Ahora, es que la obra en sí misma no es otra cosa que una cadena de oportunidades para que Mirren vaya lanzando los destellos de humanidad que permiten a la final armar el rompecabezas de una mujer que es prisionera de su destino.
La puesta en escena es extraordinaria con un detalle que no habría que pasar por alto: el virtuosismo del vestuario de Bob Crowley, un genio de su oficio, tan genio que consigue hacer del discutido “gusto” de la reina uno de los puntales de la producción del English National Teather, que dirige Stephen Daldry y que reúne tantos actores, cuantos primeros ministros pasan por los salones de Buckingham para sostener una “Audience” con “The Queen”.
Tosca: diva de divas
La ópera de la mañana de hoy es la “Tosca” de Giacomo Puccini, que más que una ópera, en el sentido tradicional de la palabra, es verdadero teatro musical, con un ingrediente que Puccini, y sus libretistas, Illica y Giacosa, supieron explotar en grado sumo: que Floria, “la Tosca”, es una cantante de ópera: el original de Sardou es tan específico que hasta nos ilustra que es especialista en las óperas de Pergolessi.
Teatralmente es un melodrama perfectamente organizado, con un dúo de amor teñido de los celos de la protagonista en medio de un conflicto político y una escena religiosa coronando el acto I. El siguiente tiene la escena de tortura más sangrienta de la historia de la ópera y se corona con el asesinato del jefe de la policía, a manos de Tosca, que hace de su crimen una auténtica puesta en escena. El tercero es el encuentro de los amantes, con la ejecución del protagonista y el suicidio de Tosca, que se lanza desde la terraza del Castell Sant’Angelo a las aguas del Tíber romano.
Musicalmente Puccini combina una música que describe magistralmente la tragedia e instala, con un certero instinto, algunas de las arias más populares de su producción: “Recondita armonia” y “Lucevan le stelle” para el tenor, el “Vissi d’arte” de la soprano y el “Te deum” del barítono con el coro.
Patricia Racette se mete hoy en la piel de la Tosca, al lado del tenor francés Roberto Alagna (qué conciertazo hizo hace apenas un par de meses en el Teatro Mayor), bajo la dirección de Luc Bondy.
El próximo 30 de julio sube al escenario neoyorquino el “Elíxir de amor” de Gaetano Donizetti, el 13 de agosto “La Boheme” de Puccini y cierra temporada una de las absolutas obras maestras de Mozart: “Così fan tutte”.
Cauda
El éxito de “The audience” dejó a muchos por puertas. ¿No vale la pena que Cine Colombia se plantee la posibilidad de una tercera transmisión?
Helen-Mirren, en The-Audience, que cautivó al público que llenó las salas de cine./Johan Persson.