Como en algunas de las regiones donde las empresas mineras y de hidrocarburos desarrollan proyectos de exploración y de explotación, también hacen presencia grupos ilegales armados principalmente guerrillas de las Farc y de las bandas criminales, Bacrim, el Gobierno está implementando dos estrategias para garantizar la operación de la industria.
El viceministro de Defensa para las políticas públicas y asuntos internacionales, Jorge Enrique Bedoya, dijo en Cartagena en el mercado del congreso internacional de minería y Petróleo, Cinmipetrol, que “la seguridad es un concepto de política pública para hacer un país más seguro. En seguridad tenemos dos estrategias que buscan atacar y atender las preocupaciones de todos los colombianos”.
Una de estas estrategias se denomina Espada de honor, mediante la cual se atacan todas las estructuras de los grupos irregulares, y la otra es Corazón verde, iniciativa con la que la policía ataca el secuestro, la minería criminal y la extorsión.
Bedoya sostuvo que “una cosa es la minería artesanal y otra cosa es la minería criminal que apoya a grupos terroristas y de narcotraficantes. Para ello, el gobierno ha expedido medidas en las que básicamente se está destruyendo la maquinaria que utilizan ilegalmente en la explotación de minas”.
Sin embargo, el viceministro de Defensa sostuvo ante más de un millar de empresarios del sector de la minería y el petróleo, que “la estrategia de seguridad se debe complementar con inversiones para la equidad y la superación de la pobreza, el reconocimiento de las víctimas y la diplomacia de la seguridad”.
Señaló que “nada sacamos con atacar a las bandas criminales si no proveemos de lo necesario a la población que se encuentra en las regiones que sufren el flagelo criminal. Cuando uno habla de seguridad y percepción de seguridad esa es una prioridad del Gobierno, ya que hemos sufrido los embates del narcotráfico y las bandas criminales”.
El Viceministro sostuvo que “en más del 86 por ciento del territorio nacional no se presenta un atentado terrorista ni de amenazas. Esas bandas ya no tienen un alcance nacional sino regional, pero de la misma forma las estamos atacando. Precisamente para combatir a los terroristas desarrollamos la estrategia Espada Uno, que es un esfuerzo conjunto entre las Fuerzas Militares y todo el aparato del Estado”.
Explicó el funcionario que “desde el Ministerio se han invertido más de 100 millones de dólares en obras de infraestructura en puentes, vías y carreteras que contribuyen a la seguridad porque se está haciendo presencia de Estado”.
Otro elemento adicional que anunció Bedoya es que “en segundo lugar estamos atacando las fuentes de financiamiento del terrorismo como lo es el narcotráfico, la interceptación marítima. Con ello estamos atacando con dureza los recursos del terrorismo y asimismo estamos combatiendo a las redes que los apoyan”.
Para cumplir a cabalidad con lo que determina la ley, las fuerzas del orden están trabajando conjuntamente con la Fiscalía General de la Nación. “Ya se cuenta con 22 fiscales especializados contra el terrorismo y otros dedicados a combatir a las Bacrim”, manifestó Jorge Enrique Bedoya.
“Yo quiero dejar algo en claro y es que nunca antes se había golpeado tanto a las Farc como en este Gobierno, a pesar de que el fenómeno del terrorismo está ligado en algunas zonas especiales y en algunas donde están la minería y los hidrocarburos, por eso estamos trabajando en la protección de sus labores”, sostuvo el alto funcionario del Ministerio de Defensa.
Sin embargo, al sector todavía le preocupa la situación de orden público donde se desarrollan proyectos de exploración y de explotación. Al respecto, el presidente de Vetra Energy, Alfredo Gruber, dijo que “en los dos últimos años se han presentado pérdidas de ingresos de aproximadamente $200 millones de dólares debido al conflicto. Los grandes afectados son el Estado colombiano y las comunidades”.