El primer ministro conservador David Cameron lanzó su manifiesto electoral, en el que prometió una exención de impuesto para los salarios mínimos y el derecho a la compra de vivienda, un intento por inclinar la balanza en los reñidos comicios del 7 de mayo.
Cameron prometió una extensión del "derecho a compra" de propiedades vigente en la década de 1980 bajo el gobierno de Margaret Thatcher, además de un programa de guarderías gratuito y una exención de impuestos para los salarios mínimos.
En un discurso pronunciado en una escuela en Swindon, en el sudeste del país, Cameron reveló las bases de su programa electoral.
"Podemos volver a un periodo de buenas noticias para la economía y al retorno de la buena vida para ustedes y para sus familias. Gran Bretaña puede volver a ser el país pionero, que rompe marcas y donde se pueden hacer cosas", afirmó Cameron, en el gobierno desde 2010.
Los conservadores responsabilizan a los laboristas de dejar las arcas fiscales con un déficit de 90.000 millones de libras esterlinas (124.000 millones de euros, 130.000 millones de dólares) tras sus 13 años en Downing Street.
Sin embargo, ninguno de los dos partidos parece capaz de imponerse en las elecciones del 7 de mayo, por lo que es probable que haya un nuevo gobierno de coalición o incluso de minoría.
- 'Promesas sin fundamentos' -
"Los conservadores han soñado durante generación con la construcción de una democracia de compradores, y hoy puedo decirles que esta generación de conservadores lo va a hacer", prometió Cameron, que se comprometió con repetir un programa que fue un emblema del gobierno de Thatcher.
Según la propuesta, los arrendatarios de viviendas sociales podrían acceder a la compra de las propiedades con descuentos de hasta 100.000 libras. Este plan podría beneficiar a cerca de 1.3 millones de familias.
Sin embargo, sus críticos afirman que el programa de Thatcher está en el origen de los altos precios actuales en el mercado habitacional, aunque Cameron asegura que no se repetirá este fenómeno ya que cada propiedad que salga del mercado va a ser reemplazada por una nueva vivienda en el mercado.
Cameron también enfrentó las acusaciones de que su partido solo beneficia a los ricos y anunció un plan de exención de impuestos para los empleados que trabajen menos de 30 horas a la semana y para las personas que ganen el sueldo mínimo, actualmente fijado en 6,5 libras por hora.
El lunes, los laboristas prometieron una reglamentación estricta para los contratos de "cero horas" (que no especifican ninguna duración ni remuneración para el trabajador) y una subida del salario mínimo hasta las ocho libras.
Sin embargo, los adversarios políticos de Cameron critican el plan, ya que afirman que los conservadores no han explicado cómo van a financiar estos programas.
Danny Alexander, del partido demoliberal, acusó a los conservadores de mantener en secreto "grandes programas de recortes y lanzar promesas sin fundamentos".