Elecciones en Reino Unido: miedo a ‘brexit II’ | El Nuevo Siglo
Foto Montaje El Nuevo Siglo
Miércoles, 7 de Junio de 2017
Redacción internacional
Dos ataques terroristas en menos de 15 días no impidieron que Reino Unido celebre sus elecciones generales. Los Conservadores y Laboristas, y una amalgama de partidos pequeños, se enfrentan mañana en unos comicios que determinan el futuro de un país que alista su salida de la UE y el embate del terrorismo islamista 

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Solo han  pasado dos años, pero el panorama político es totalmente distinto a cuando los ingleses votaron por última vez. Los efectos de la salida de la UE, el terrorismo y las pensiones, son algunos de los problemas que enfrenta Reino Unido, donde May, y sus conservadores, son favoritos. Aunque esto no segura nada. Allá todo puede pasar: ‘el  brexit’ habla por sí mismo.

La primera ministra, Theresa May, acogida por una mayoría parlamentaria, sale primera en las encuestas, pero los hechos de los últimos días y la vaguedad de sus propuestas han afectado la intención de voto del partido que representa, el Conservador. Unos puntos más abajo, el líder laborista, Jeremy Corbyn, se ha convertido en un hombre al que a todo le dice sí: sí a más presupuesto para seguridad, sí a más impuestos, sí a políticas migratorias más duras, pero al final no es claro qué piensa. De ser un socialista tachado de radical, se ha vuelto un variopinto oportunista, dicen por Downing Street (sede presidencial).

En los últimos dos años el escenario político en Reino Unido ha cambiado radicalmente. El país hoy tiene problemas fiscales, rompió con la UE y enfrenta nuevamente el proceso de independencia de escocia que había sido descartada por los mismos escoceses en un referendo.

Ahora, el panorama es nebuloso, distinto y, ante todo, riesgoso. Los británicos votaron por abandonar la UE, Londres le apostó a una alianza –casi exclusiva- con Estados Unidos, el terrorismo ataca a sus principales ciudades y Escocia volverá a consultarle a su gente si se quiere independizar.

Estos numerosos retos han sido abordados por May, reemplazo de David Cameron, quien prometió que si perdía ‘el brexit’, abandonaría su cargo, y así fue. La primera ministra debe confirmar su elección con un golpe de autoridad en las urnas este jueves, ratificando las mayorías conservadores que apoyan su gobierno. 

En las encuestas el Partido Conservador le saca una ventaja de 6.6 a los laboristas, según un promedio general de Real Clear Politics. Sin embargo, la gente en Reino Unido confía poco en los sondeos, si se tiene en cuenta que en ‘el brexit’ el Sí (permanecer en la UE) ganaba con una amplia diferencia y terminó perdiendo. De ahí que se acuda a la típica frase: “todo puede pasar”.

Esto no quiere decir que los sondeos y las aproximaciones no tengan ningún grado de veracidad. Al contrario, casi siempre aciertan, salvo en casos excepcionales. Sin embargo, la incertidumbre electoral aumenta luego de conocer que Corbyn tiene una mejor imagen frente a los votantes laboristas que el exdirector del partido, Ed Milliband, quien perdió con los conservadores en 2015.

Según la encuestadora, YouGov, y el periódico The Telegraph de Londres, el Parlamento quedaría conformado de la siguiente manera: 310 (conservadores); 257 (laboristas); 33 otras fuerzas. De ser así, May tendría una mayoría importante para gobernar los próximos años.

Theresa, la favorita

May es la clara favorita en las elecciones generales de mañana, pero tiene una condición desfavorable: su vaguedad. En enero, cuando aún se conocía poco sobre el proceso del ‘brexit’, The Economist la apodó, Theresa Maybe (depronto), por su poca claridad frente a la salida de la UE y otros temas. Cinco meses después, la gente la percibe de la misma manera. Lo que, de alguna manera, resulta una desventaja, aunque ella está provista de una “enorme” suerte, como la califican algunos analistas.

La agenda de la primera ministra está llena de medidas que a primera vista son atractivas para el electorado inglés, pero se convierten en promesas difíciles de cumplir por su alta cuota de dinero e impacto político. Una de ella es reducir la migración en casi dos tercios; otra, subir la carga tributaria de los contribuyentes

May presentó un manifesto –así lo llama- que contiene los cinco puntos centrales de su agenda: crear una economía fuerte, abordar la división social, hacer frente a una sociedad envejecida y enfrentar los retos tecnológicos de Reino Unido.

Algunos sectores han criticado estas propuestas por su ambigüedad, al no decretar de qué manera va cumplir lo prometido y retirar algunos de los puntos en las semanas anteriores, ante el asedio de sus opositores.

Uno de los temas que ha causado más polémica ha sido la promesa de mantener “la garantía de pensión” hasta 2020. Lo que, en otras palabras, significa que a partir de la fecha las pensionas van aumentar de acuerdo a las ganancias y la inflación. Algunos medios especulan que May intenta con esta reforma que las personas sujetas de pensión paguen más por la asistencia social, para ajustar parte del gasto público.

Pero las salidas en falso durante las semanas previas a le elección no le quitan el favoritismo a May, una candidata que conjuga políticas liberales con asistencialismo social. James Forsyth, analista en The Spectator, la define como: “su visión es una tercera vía entre el globalización y el nacionalismo”.

"May sale primera en las encuestas, pero la vaguedad de sus propuestas han afectado  la intención de voto por su partido, el Conservador"

El laborismo de Corbyn

Jeremy Corbyn, el contradictor de May, quiere recuperar el espacio que el laborismo ha perdido, desde que Brown dejó el poder en 2010. Tiene un discurso radical y alejado de la línea que venía, con Brown, gobernando el partido.

El plan del candidato es bastante radical, más en un país que ha sido gobernado en los últimos años bajo un modelo relativamente similar. Corbyn quiere nacionalizar el sistema de ferrocarriles, el servicio postal y el agua. Igualmente, traería de nuevo la negociación colectiva de los salarios con los sindicatos y subiría el salario mínimo en los trabajadores jóvenes.

Por lo que ha sido criticado duramente, haría una reforma tributaria, no vista desde tiempos de la postguerra, que gravaría los altos y medios capitales, generando una enorme polémica en Reino Unido. Dentro del socialismo europeo su plan es uno de los más radicales.

Ambos candidatos coinciden en que la migración, exitosa en materia económica, ha traído desventajas para las clases populares en Reino Unido y una oleada de yihadistas que tienen al país acorralado por el terrorismo. Oportunista, Corbyn criticó la rebaja presupuestal en inteligencia de May, tras el atentado en Londres el sábado pasado.

Comparten, también, que la salida de la UE es inminente, aunque los laboristas intentaron bloquearla varias veces en el Parlamento. En el fondo, Corbyn es defensor de esta por sus políticas nacionalistas, aunque haya jugado un rol ambiguo (y muy criticado) por no haber tomado una posición fija frente al ‘brexit’.

Junto a ellos otros partidos aspiran a lograr escaños en el Parlamento. Entre ellos, se encuentra el UKYP, aquel que lideró la salida de la UE, y hoy se encuentra en el ostracismo, porque muchos de sus diputados se pasaron a los conservadores.  Lo más seguro es que May, y su partido, ganen las elecciones. Pero después del ‘brexit’ todo puede pasar.

 

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