La exmandataria socialista Michelle Bachelet, que se impuso ampliamente en la primera vuelta del 17 de noviembre, saldrá a confirmar su triunfo electoral en el balotaje de este domingo en Chile, cuando enfrentará a la derechista Evelyn Matthei, a quien aventajó por 21 puntos.
En un ambiente prenavideño y una campaña electoral poco encendida, los chilenos volverán a las urnas cuatro semanas después de la primera vuelta, en la que Bachelet se impuso con un contundente 46,6% de los votos frente a otros ocho candidatos.
La exmandataria socialista, de 62 años, necesitaba el 50% más uno de los sufragios para abrochar su triunfo, por lo que deberá medirse en el balotaje frente a Evelyn Matthei, exministra del Trabajo del derechista Sebastián Piñera, de 60 años.
Matthei obtuvo el 25,1% de los votos, pero celebró como un triunfo su paso a segunda vuelta tras superar las proyecciones que anticipaban una victoria en primera vuelta de Bachelet y le daban a ella 10 puntos menos de votación.
Ahora, ambas se enfrentan en una inédita contienda electoral que por primera vez en América Latina confronta a dos mujeres, que además comparten un pasado en común.
Bachelet y Matthei son hijas de generales de la Fuerza Aérea que fueron muy amigos y cuando niñas compartieron juegos de infancia. El golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, en 1973, determinó la vida de ambas.
Mientras el general Alberto Bachelet fue arrestado el mismo día del alzamiento militar y torturado hasta la muerte por mantenerse leal al gobierno del derrocado Salvador Allende, Fernando Matthei conformó la junta militar del régimen.
Cinco décadas después, ambas hijas de generales y compañeras de infancia se enfrentan desde trincheras opuestas.
"Tenemos dos alternativas este 15 de diciembre: una opción que quiere cambios y otra que cree que no son necesarios los cambios que estamos planteando", dijo Bachelet el lunes, en el tramo final de una campaña que no ha despertado mayor entusiasmo entre los electores.
El casi seguro triunfo de Bachelet, a la que le faltaron menos de cuatro puntos para imponerse en primera vuelta y la falta de propuestas nuevas le han restado dramatismo a esta contienda.
"Es una elección que se da en condiciones inéditas: en el sentido de que pocas veces había estado tan claro el resultado de la segunda vuelta", dijo a la AFP el politólogo de la Universidad Adolfo Ibáñez, Cristóbal Bellolio.
"Matthei va a perder, no sé si por paliza, porque depende de cuanta gente vote, pero la derecha se va a llevar una derrota importante", agregó.
Se espera alta abstención
Más de 13 millones de chilenos están habilitados para votar este domingo, pero el número de votantes reales es una incógnita. En la primera vuelta, cuando debutó el voto voluntario a nivel presidencial, la abstención superó el 50%.
Ninguna encuesta ha anticipado el resultado del balotaje ni la abstención, pero la poca incertidumbre respecto del triunfo de Bachelet y la sensación de que no está en juego un cambio relevante pese al ambicioso plan de reformas de la exmandataria socialista -que propone una reforma tributaria, educación universitaria gratuita en un plazo de seis años y una nueva Constitución-, llevaría incluso a concurrir a votar a menos gente.
"En un escenario de voto voluntario, los incentivos más calientes son la emergencia y en este caso no hay emergencia ni convulsión social para que la gente se vuelque a las calles para decidir radicalmente cómo va a ser su país mañana, y tampoco hay incertidumbre respecto al resultado, que es el otro combustible en el voto voluntario", dice Bellolio.
Ante esta incertidumbre, en el fin de semana previo a Navidad -donde el gran comercio permanecerá cerrado-, ambas candidatas redoblaron sus llamamientos a votar el domingo.
Bachelet, además, acentuó en su propaganda callejera sus propuestas de "pensiones dignas", "nueva Constitución", "educación gratuita" y "nuevos hospitales", mientras que Matthei desempolvó el ya clásico eslogan "Sí se puede" para hacer frente a la enorme diferencia que le sacó la exmandataria en primera vuelta.
Dos programas en juego
Bachelet, una médica pediatra que gobernó Chile entre 2006 y 2010, ha propuesto corregir el modelo económico y político que se mantiene como herencia de la dictadura de Pinochet.
La exmandataria ha propugnado una reforma tributaria (para recaudar 8.200 millones de dólares, equivalente al 3% del PIB), la instauración en seis años de educación universitaria gratuita y un cambio a la Constitución legada por la dictadura.
"Hay demandas que son muy específicas, como la educación, nueva Constitución, pero si uno tuviera que resumir, no creo que sea una demanda por cambiar el modelo, particularmente en el plano económico", señala a la AFP el cientista político de la Universidad de Chile, Robert Funk.
Matthei propone, en cambio, la continuidad de las políticas derechistas del gobierno de Piñera que llevarán a Chile a crecer este año un 4,2%, con una baja inflación y casi pleno empleo.
"No voy a derribar las paredes de esta casa que hemos construido entre todos, porque vivimos en un país maravilloso", dijo Matthei./AFP