Serbia celebra este domingo unas elecciones legislativas anticipadas que se espera refuercen en el poder a los conservadores del Partido Serbio del Progreso (SNS), que iniciaron negociaciones de adhesión a la UE.
La victoria del SNS no está en duda. La única incógnita es la diferencia de votos que el partido proeuropeo del poderoso vice primer ministro saliente, Aleksandar Vucic, que domina la coalición en el poder, logrará sobre sus adversarios.
"Necesitamos una victoria aplastante para crear empleos, para hacer reformas a potencia máxima, para luchar con todas nuestras fuerzas contra la corrupción", lanzó Vucic, de 44 años, a sus partidarios esta semana durante una concentración electoral.
Los comicios están convocados dos años antes del fin de la legislatura, normalmente de cuatro años.
El SNS se convirtió en la principal fuerza parlamentaria en las anteriores elecciones, con el 24% de los votos, y ahora los sondeos le dan hasta el 44% de las intenciones de voto.
Su principal aliado, el Partido Socialista (SPS) del primer ministro saliente Ivica Dacic, llega en un lejano segundo lugar, con el 13,9% de las intenciones de voto.
La principal fuerza de oposición, el Partido Democrático (DS), cae a un 11%. Había obtenido el doble en las legislativas de 2012, cuando perdió el poder.
En total, seis coaliciones y partidos se repartirán los 250 escaños del Parlamento, según los sondeos.
- Grave situación económica -
"La omnipresencia de Vucic y la debilidad de la oposición explican por qué el SNS encabeza los sondeos a pesar de la grave situación económica y el desempleo", apunta el analista político Zoran Stoilikovic.
Durante un tiempo sancionada por la comunidad internacional por su papel en los conflictos que marcaron el desmantelamiento de la ex Yugoslavia, Serbia ha logrado superar esta imagen.
Desde su llegada al poder en 2012, el gobierno del SNS ha mejorado de forma espectacular las relaciones con la antigua provincia serbia de Kosovo, donde la mayoría albanesa proclamó su independencia de forma unilateral en 2008.
Estos esfuerzos han sido recompensados por la Unión Europea con la apertura en enero de negociaciones de adhesión.
Kosovo, cuya independencia se niega a reconocer Belgrado, ha sido sin embargo un tema casi ausente en la campaña electoral, que se concentró en la recuperación de la grave situación económica en la que se encuentra esta ex república yugoslava.
Según los analistas consultados, Vucic, antaño pionero del ultranacionalismo serbio y ahora volcado con la causa europea, también espera aprovechar electoralmente varias detenciones espectaculares de ricos empresarios, en el marco de la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Pero las perspectivas económicas no son buenas en este país de enorme peso burocrático y voluminoso sector público.
La tasa de desempleo ronda el 20%, para una población de 7,1 millones de habitantes. El déficit presupuestario supera por cuarto año consecutivo el 7% del PIB.
La deuda pública supera el 60% del PIB y el salario mensual medio es de en torno a 350 euros.