La posibilidad de que se establezca el voto obligatorio en Colombia no tiene mucho eco por el momento a pesar de la alta abstención que se produjo este año. Incluso, el Registrador Nacional es partidario mejor de establecer más incentivos para atraer a los ciudadanos a las urnas.
El registrador Carlos Ariel Sánchez dijo que la abstención puede ser analizada en varias perspectivas porque no se sabe si a veces la gente no vota porque está conforme con la situación y prefiere dejar las cosas como están o no acudir a las urnas como una manera de mostrar su rechazo o incluso “anular el voto porque está muy inconforme”.
Frente a la posibilidad de instaurar el voto obligatorio el registrador nacional puso como ejemplo la experiencia que por su cargo ha tenido con los jurados de votación. En ese sentido dijo que ser jurado es obligatorio y el incumplimiento en este sentido puede acarrear sanciones que van entre uno y 10 salarios mínimos ($6'160.000), y “sin embargo hay un 10% de jurados que no concurren a cumplir su deber. De manera que de nada sirve el voto obligatorio no solamente si tiene sanciones”.
Añadió que la cifra de abstención en el país se ha mantenido constante con excepción de la elección del año 57 “con una votación cercana al 80% y de ahí en adelante las elecciones más polarizadas, las del año 70 o la elección del año 94, elecciones en donde hubo bastante participación”.
En ese sentido Sánchez Torres consideró que cuando “la gente piensa que su voto decide algo, sale y lo hace valer. O sea vota según la opción que escoge”. Por lo que dijo que “sería partidario de dar más incentivos a votar” porque el voto obligatorio y más aún hacer efectivas las sanciones por no cumplir con éste sería bastante complicado.
Por otra parte, Jorge Londoño, gerente de Invamer-Gallup, dijo con base en las encuestas electorales que realizan que “cuando uno le pregunta a los ciudadanos si alguna vez en la vida han votado, se encuentra con un número muy alto de participación, las encuestas muestran cerca de un 80% de las personas que alguna vez han ejercido el voto”.
En ese sentido el encuestador coincidió con el Registrador Nacional en que “la obligatoriedad del voto no tiene mucho sentido. Creo que es mejor dejar en libertad al votante para que se manifieste en las elecciones”.
Añadió que si “en el transcurso de la vida el 80% de personas ha votado, habría para hacerse una pregunta: ¿ese 20% que nunca vota, qué razones tiene para no hacerlo, y el 30% que no vota ocasionalmente también qué le ocurre?”.
En ese sentido Londoño dijo que el voto se traduce como si fuera una transacción porque en gran medida el ciudadano siempre que vota está haciendo una “transacción en su propio beneficio. El primer beneficio es inmediato, primario, que podría ser coloquialmente el sancocho que me dan o la botella de aguardiente que me dan. Un beneficio un poco superior puede ser que tengo unos familiares que trabajan con el candidato o tengo contratos con este movimiento político o con este gobierno. Y viene un tercer nivel de beneficio, que es aquella persona que piensa en utilidades más altruistas, digamos en un buen sistema de salud o está pensando en educación para generar mayor desarrollo de los individuos”.
Dijo que según su experiencia como encuestador, menos del 20% de los votantes está influenciado por ese nivel primario de intencionalidad del voto. “La tendencia es en Colombia a ir a unos niveles secundarios y terciarios en la motivación del voto”.
Este año
En los comicios de este año el nivel de la abstención se mantuvo por encima del 50% tanto en los comicios legislativos del 9 de marzo, como en las presidenciales en su primera y segunda vuelta, el 25 de mayo y el 15 de junio, respectivamente.
En las elecciones de Congreso votaron un total de 14.310.367 personas, frente a un potencial electoral de 32.835.856 ciudadanos. Es decir, la abstención fue del 56,42%.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales subió la abstención, llegando al 59,93%, pues apenas se acercaron a las urnas 14.310.367 personas de un censo electoral de 32.835.856. Esta se constituyó en la abstención más alta en los últimos 20 años, pues en el año 1994 llegó a la cifra histórica del 66%.
Mientras que en la segunda vuelta de las presidenciales la abstención bajó al 52%, en parte explicado por el cabeza a cabeza que libraron en las encuestas el entonces presidente-candidato Juan Manuel Santos y el candidato Óscar Iván Zuluaga. En esa oportunidad 15.794.940 votaron de un potencial electoral de 32.975.158 ciudadanos.
Tras los resultados de la primera vuelta presidencial, incluso la Misión de observación que destacó la Organización de Estados Americanos (OEA) para estos comicios mostró su preocupación por el alto abstencionismo. "Debemos hacer un gran esfuerzo nacional entre las instituciones y los partidos para combatir el abstencionismo, un 60% pone de manifiesto un grave desencanto de la ciudadanía con el accionar político nacional", dijo el expresidente de Costa Rica, José María Figueres, quien encabezó dicha Misión.
Estímulos a los votantes
El Congreso aprobó beneficios para las personas que ejercen el derecho al voto, con el objeto de combatir la abstención histórica.
En ese sentido la Ley 403 de 1997 establece que al momento de sufragar el ciudadano recibirá un certificado electoral que le permitirá gozar de una serie de beneficios, como medio día de descanso compensatorio remunerado, que puede hacerse efectivo treinta días después a la fecha de la elección. Igualmente:
. Tiene derecho al 10% de descuento en la matrícula en universidades públicas
. Prelación en el caso de obtener un empate en los resultados de los exámenes de ingreso a las instituciones públicas o privadas de educación superior
. Rebaja de un mes en el tiempo de prestación del servicio militar obligatorio si son soldados bachilleres o auxiliares bachilleres y dos meses si son soldados campesinos o soldados regulares
. Beneficios en la adjudicación de becas educativas, predios rurales y subsidios de vivienda ofrecidos por el Estado en casos de igualdad de condiciones estrictamente establecidas en un concurso abierto. Un tratamiento similar tendrán en caso de igualdad de puntaje en una lista de elegibles cuando se trate de un empleo de carrera con el Estado.
. Rebaja del 10% en el valor de la expedición del pasaporte que solicite durante los 4 años siguientes a la votación, por una sola vez.
América Latina
En toda Latinoamérica el voto es obligatorio con la excepción de:
. Colombia
. Venezuela
. Chile