Con todo juicio periodístico, el Barquero ha hecho seguimiento al interesante proceso de licitación del aguardiente Doble Anís del Huila, en el que se disputan el negocio las tres licoreras oficiales más grandes del país y una regional: Antioquia (FLA), Caldas y Cundinamarca, y la privada Licorsa de Neiva. La pugna va así: Caldas y Cundinamarca inhabilitadas por falencias jurídicas; la FLA de Antioquia y Licorsa en puja, con ventaja para los maiceros por mayor propuesta económica.
Pues ahora le han aparecido serios cuestionamientos a la FLA, sobre todo porque la licorera paisa no es una persona jurídica independiente sino que funciona como Unidad dentro de la Secretaría de Hacienda. Y ello implica que su representante legal principal es el mismo gobernador Sergio Fajardo y muchos de sus procesos deben tener visto bueno de la Asamblea Departamental.
La licitación es la SHLPCO 019-13 de la Gobernación del Huila (Ver detalles en https://www.contratos.gov.co/consultas/detalleProceso.do?numConstancia=13-1-105945 )
Falta gravísima y prevaricato por acción. Expertos juristas consultados por el Barquero, con los documentos de la licitación a la mano, nos plantean que el gobernador Fajardo, por esa condición, se está exponiendo innecesariamente a pleitos que podrían desembocar en “falta disciplinaria gravísima” y “prevaricato por acción”. Y nos dicen innecesarios porque la FLA está compitiendo por un negocio que -a 4 años- representa menos del 10 por ciento de sus ingresos anuales.
Sin autorizaciones legales. Los líos para el gobernador Sergio Fajardo están por el lado de las obligaciones que asumiría la FLA en el contrato, sin tener las autorizaciones legales de la Asamblea Departamental para participar y, eventualmente, firmar el contrato, según numeral 9 artículo 300 de la Constitución. Tampoco tiene la FLA la autorización de los diputados para otorgar garantías de seriedad y única de cumplimiento exigidas, toda vez que el otorgamiento de una garantía lleva implícita la cesión de un bien del Departamento a un tercero en el evento de que el riesgo suceda.
Líos futuros. Y lo más complejo para Fajardo sería el asunto de las vigencias futuras. La FLA (es decir, el Departamento de Antioquia) no ha sido autorizada para contraer vigencias futuras, en razón a que el contrato es 4 años, durante los cuales se compromete a vender 1´500.000 unidades y a pagar anualmente la utilidad al Huila y la participación porcentual, se venda o no el aguardiente en los estancos. Claramente, tanto la Procuraduría como la Corte Constitucional han señalado los casos en los que es exigible la autorización de la Asamblea para comprometer vigencias futuras. Y de hacerlo sin autorización o en contravía de la misma, genera una posible falta disciplinaria gravísima y una imputación de prevaricato por acción.
Mutis paisa. Que se sepa, no ha habido pronunciamiento de la Contraloría de Antioquia y menos de la Asamblea ¿Será que le toca a la valiente “generala” contralora Sandra Morelli y/o al procurador Ordóñez salirle al corte a este espinoso y embriagante asunto que se disputa en tierras de la Cacica Gaitana?
Doctor Fajardo… Que el guayabo no le llegue con el aroma del Doble Anís y Dios no quiera con la resaca de los que en su momento se bebieron a Caldas.