La crisis futbolística por la que atraviesa Radamel Falcao García, hoy a sus 30 años ha borrado por completo la aguerrida imagen del Tigre que rugía con gran fuerza en las épocas de la clasificación al Mundial de Brasil 2014, donde semanas después, a causa de una lesión lo ha tenido por año y medio al borde del abismo en sus aspiraciones de mantenerse en juego de su emblemática carrera deportiva.
El samario no tiene acción en el campo de juego desde el 31 de octubre de 2015, pues el Chelsea anunció una lesión muscular de gravedad, sin confirmar aún la magnitud de la dolencia que lo tiene marginado no solamente en el club inglés, sino en los planteles profesionales a nivel general, ya que tan solo fue pretendido por el Atlético de Madrid, pero allí no superó los exámenes médicos, y además se hablaba de un posible salto al fútbol chino, sin ninguna clase de concertación.
Su vida prácticamente se partió en 2 el 22 de enero de 2015, en un partido de Copa con Mónaco, ante el Chasselay de cuarta división, donde sufrió una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda, donde quizá se pecó en su fugaz recuperación, la cual estaba prevista para unos 6 meses, de los que cumplió alrededor de 4. Aunque El Tigre fichó con El Manchester United y el Chelsea, su suerte no ha sido la mejor, pues aunque lucha por hacer cada día las cosas mejor, no ha corrido con suerte y puede caer en el riesgo de pasar a la historia.
La esperanza podría sembrarse en casos de jugadores que sencillamente han sido desahuciados del fútbol, pero que inexplicablemente retornan y siguen en la pelea de hacer lo propio en las canchas profesionales.
Casos de superación
Para no ir muy lejos, uno de los casos más asombrosos fue el del colombiano Elkin Soto, quien en mayo de 2015, jugando para el Mainz de Alemania, sufrió una gravísima lesión que comprometió la articulación de su rodilla izquierda, pues se dislocó por completo, a la vez que el ligamento cruzado anterior, el colateral y el menisco fueron arrancados y salieron de su lugar.
Soto estuvo ausente cerca de 10 meses del fútbol y el pasado mes sorprendió con un verdadero ejemplo de superación y amor por el deporte, pues a sus 35 años de edad no dio por terminada su carrera y retornó a los entrenamientos, luego de dedicarse por completo a su ardua recuperación.
El club alemán nunca le dio la espalda y por ello el colombiano espera retomar su nivel para volver a defender los colores del equipo que lo acoge de nuevo en principio con los entrenamientos mientras va cogiendo ritmo.
Otro caso colombiano es el de Mario González, a quien en 2013 le fue diagnosticada una leucemia que lo dejó forrado en huesos, pero que tras una larga recuperación, retornó el año pasado a Millonarios, donde al volver al contacto con el balón, fue cuando sintió que volvió a nacer.
Un retorno que se veía imposible fue el del futbolista del Junior Iván Vélez, cuando una noche del 18 de mayo del 2013, en un partido contra Millonarios, en El Campín, se lesionó la rodilla izquierda cuando saltó a rechazar, de cabeza, un balón que caía de lo alto, pero al apoyar la pierna en la caída, la rodilla traqueó, el dictamen médico: “Luxación anterior de la rodilla izquierda por trauma en hiperextensión con compromiso ligamentario”.
Esta grave lesión llegó incluso al rumor de que podría perder su pierna, pero esto no fue así y tras 22 meses de ausencia, pudo jugar contra el Barranquilla F.C. en juego de la Copa (22 de marzo), sin olvidar la gratitud con Dios por el considerado milagro que se le cumplió.
Caso contrario sucedió con el jugador internacional Marcel van Basten, más conocido como Marco van Basten, quien fuera considerado uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol, pero que por motivo de una grave lesión tuvo que apartarse de los terrenos de juego, obligándole a retirarse en 1995, aunque jugó su último partido en 1993.
En diciembre de 1992 se lesionó de gravedad y solo jugó esporádicamente, volviendo después de un largo parón para disputar la final de la Copa de Europa ante el Olympique de Marsella el 26 de mayo de 1993. En dicha final jugó infiltrado debido a los dolores que sufría y no pudo disputar todo el encuentro lesionándose de nuevo gravemente. Después de una leve mejoría, el seleccionador Dick Advocaat lo llamó para ir a la Copa Mundial de Fútbol de 1994 y en un principio aceptó, pero el AC Milán presionó para que no jugase debido a que no estaba totalmente recuperado. No volvió a jugar ningún partido oficial desde la final de 1993 contra el Olympique. En 1995 anunció en una rueda de prensa que se retiraba del fútbol. Después de cuatro operaciones quirúrgicas y dos años sin jugar un partido, dijo que no volvería a jugar porque el dolor era insoportable y era imposible entrenar. Más de 60.000 espectadores llenaron el estadio de San Siro para ver su despedida, el 18 de agosto de 1995.
Si bien es preocupante la situación de García, el samario aseguró hace poco que sigue vigente y está intentado recuperarse para volver a las canchas muy pronto, pese a todos los rumores sobre su presente con los que trata de no dejarse desestabilizar.
El máximo anotador del combinado cafetero en la historia con 30 tantos, cree que regresará en menos de las siete semanas que pronosticó su entrenador en el Chelsea, el holandés Guus Hiddink.
Lamentó que pese a haberse recuperado de su rodilla no haya tenido la oportunidad de jugar una temporada completa "para recuperar la confianza y volver a ser competitivo" y que a esos rumores "Solo les falta decir que Falcao va a jugar en un equipo fuera del planeta Tierra".
Falcao indicó que quiere ser recordado por su espíritu de lucha y añadió que el Tigre sigue vigente sin duda alguna.