Tras el que se puede considerar como el año más difícil de su carrera, el delantero colombiano Radamel Falcao García parece que encontró de nuevo su nivel y cierra el 2014 no sólo más afianzado en la titular del prestigioso club inglés Manchester United, sino volviendo al gol y proyectándose como jugador clave dentro del estilo de juego del siempre complejo técnico holandés Louis Van Gaal, que hace apenas unas semanas había indicado que el ariete samario debía acostumbrarse a ser suplente.
No hay que olvidar que Falcao se lesionó a comienzos del año en un partido de su entonces club, el Mónaco, jugando contra un equipo de tercera división en la copa francesa. La lesión de la rodilla no sólo lo dejó por fuera del Mundial de Brasil, en donde se anunciaba como una de las grandes figuras, sino que puso en duda su futuro profesional. Vinieron meses difíciles para el delantero colombiano, el mismo que un año atrás era considerado por la prensa internacional como el mejor delantero de área del momento.
Afortunadamente Falcao supo esperar su oportunidad tras llegar con apenas una opción de compra a la Liga Premier. Allí arrancó lento, pero de nuevo una lesión lo mandó al banco. Vinieron especulaciones al por mayor sobre su inminente salida del equipo inglés y la posibilidad de pasar a un club de menor prestigio en donde se le asegurara la titularidad. Confiado en sus condiciones y con la prudencia y espiritualidad que siempre le caracterizan, Falcao aceptó estar en la suplencia, pero en las últimas dos semanas ha vuelto poco a poco a la primera línea del Manchester. Días atrás no sólo salvó, con un impecable cabezazo, un empate a domicilio, sino que fue clave en el cotejo del viernes contra el Newcastle, partido en el que jugó 65 minutos y puso un pase gol a Wayne Rooney. Ahora los “Diablos rojos” están terceros en la tabla y en puestos de ligas europeas.
Lo que se espera es que con el correr de las semanas, el colombiano se afiance en la titular y vuelva a las primeras planas del fútbol mundial. Se lo merece.