Por Óscar Munévar
Especial para EL NUEVO SIGLO
SAO PAULO, BRASIL
Los 62.103 mil espectadores que asistieron al estadio Arena de Sao Paulo, a los once minutos del primer tiempo vivieron el peor susto de su vida, recordaron el Maracanazo, después de la anotación de Marcelo.
Brasil entero se silenció y un profundo suspiro salió de sus corazones al ver como el arquero Julio Cesar quedaba en el camino sin poder alcanzar ese balón que fue a parar lejos de su alcance.
Neymar les devolvió la vida a los 25 de la etapa inicial, dejo a sus encarnados marcadores, los fue arrumando y consiguió el 1-1.
Croacia en el primer tiempo no fue presa fácil de los cariocas, que se vieron sorprendidos ante su propia tribuna.
La que se escapó que le dijeran de todo fue la presidente Dilma Rousseff quien al final no se hizo presente en el Estadio, los asesores le aconsejaron no venir a la cancha, porque hubiera recibido la peor rechifla del mundo.
La tarjeta amarilla, que debió ser roja, que inauguró el mundial, fue para Neymar , quien mandó un codazo y el árbitro tuvo compasión de los locales y les pasó esa.
los pocos Croatas que estaban en el estadio gritaron como locos, ni ellos mismos se las creían que fueran ganando tan rápido, frente a la poderosa Brasil.
El Presidente Santos mandó saludo a los jugadores Colombianos y les advirtió "ustedes, representan la unidad de una nación que confía en sus capacidades"
El técnico Croata, Niko Kovac al término del juego dijo "no voy a pelear con el árbitro, pero no comparto las decisiones del partido"
Los aficionados no salieron contentos pese al marcador 3-1, no los convenció la selección de Luis Felipe Scolari, quedó en deuda con todos los torcedores, quienes no salieron cantando, sino más bien preocupados por lo que mostró su equipo.
Neymar fue relevado por un golpe que sufrió en el tobillo del pie derecho. Para no exponerlo Scolari prefirió dejarlo en los últimos minutos en la banca y también para el aplauso.