El Campeonato Sudamericano Sub-20 que se disputa en la ciudad de Mendoza (oeste) de Argentina, es un "torneo fantasma" debido a la escasa concurrencia de público, en gran medida por las ausencias en la fase final del local albiceleste y Brasil, las potencias de la región.

El estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, construido para el Mundial de 1978, y que tiene capacidad para 40.000 personas, luce raleado ante cada jornada del hexagonal final, con apenas 2.000 espectadores que parecen oasis en un desierto.

Como hecho inusual a cualquier otro Sudamericano de la categoría, Argentina y Brasil quedaron eliminados en las rondas preliminares y no podrán estar en el Mundial de Turquía-2013, lo que mermó notoriamente la concurrencia del público a los estadios.

Sin embargo, salvo en el primer partido entre Argentina y Chile, por el Grupo A en el Malvinas Argentinas, el estadio nunca lució de la misma manera, pese a que esa primera jornada no había ni la mitad de personas que puede albergar.

"Cuando al público mendocino se le brinda un espectáculo de calidad, responde. Hubiéramos querido que la selección argentina del Sub-20 tenga otra actuación, pero no se dio", se lamentó el gobernador de Mendoza, Francisco Pérez.

Con la floja actuación del seleccionado albiceleste la gente se fue alejando de las canchas, mientras que en la ciudad de San Juan (oeste), la otra sede, nunca el conjunto brasileño entusiasmó al público y el coqueto estadio Bicentenario también mostró muchos lugares vacíos.

Las elevadas temperaturas, con marcas de casi 40 grados Celsius en algunas jornadas, hizo que el público también evitara ir a ver partidos de fútbol.

Eventos de menor envergadura internacional, que incluso se realizan en Mendoza, tienen más concurrencia que el Sub-20, algo que denota la falta de interés del público.

Por ejemplo el homenaje al fallecido roquero Luis Alberto Spinetta, que se realizó en el Parque General San Martín en forma gratuita con 40 músicos –el mismo miércoles cuando se disputó la segunda fecha del hexagonal- reunió a 15.000 personas, mientras que el Malvinas Argentinas apenas alcanzó los 2.000, en el primer turno, cuando Chile le ganó a Ecuador 4-1.

O como la pelea por el título mundial femenino AMB y OMB supergallo entre Marcela 'Tigresa' Acuña y Yesica Marcos, que se realizará la noche del viernes en el departamento de San Martín (45km al este de Mendoza capital), que albergará a 30.000 personas.

Los organizadores no quieren revelar cuánto es el dinero que se perdió con las eliminaciones de Argentina y Brasil, y la consiguiente continuidad del certamen, pero es un rumor a voces que la cifra ascendería a 6 millones de pesos (1,2 millones de dólares).

Lo cierto es que Mendoza como provincia organizadora, también perdió un gran afluente de turistas que podían llegar a ver el espectáculo, pese a que las autoridades se muestran esperanzadas en que el público llegue en la medida que la selección de Chile, limítrofe con ese distrito argentino, avance en el torneo.

Cuando se transita las calles céntricas de Mendoza es extraño ver alguna publicidad -algo vieja ya- del torneo y muchos taxistas cuando transportan a los periodistas al estadio -ubicado en el Parque General San Martín, a 3 km del centro de la ciudad- preguntan qué evento hay.

El próximo martes 29 en el Malvinas Argentinas se medirán River y Boca por el superclásico del fútbol argentino, y se prevé que las 33.000 localidades que salieron a la venta se agoten, dándole al estadio un marco que no luciría si se suman todas las jornadas del Sub-20.

Mendoza y San Luis (centro), ambas integrantes de la región de Cuyo, serán sedes del Sudamericano-Sub 17, entre marzo y abril próximos, y las autoridades de ambas provincias imploran que Argentina y Brasil tengan un mejor desempeño.

AFP