En su presentación sobre la “situación actual y perspectivas de la economía colombiana”, el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, señala que el crecimiento económico del segundo trimestre de 2013 fue superior al proyectado. Tanto la inversión como el consumo de los hogares y del gobierno mostraron mayor dinamismo. Las exportaciones reales crecieron más que las importaciones, algo que no ocurría desde el segundo trimestre de 2009.
Tanto es así que en el tercer trimestre, la tasa de desempleo continuó descendiendo. El crecimiento del crédito total se ha estabilizado en una tasa mayor que el aumento del PIB nominal estimado para 2013. Las tasas de interés de los préstamos bancarios (excepto tarjetas de crédito) y de otros tipos de financiamiento (bonos) son bajas y estimulan la demanda agregada.
Indica el directivo que para el tercer trimestre se proyecta un rango de crecimiento entre 3,8% y 5,4%, con 4,6% como cifra más probable. En este periodo la actividad estaría impulsada principalmente por la inversión en construcción y edificaciones.
Asimismo, el consumo crecería a una tasa similar a la observada en el primer semestre de 2013, mientras que las exportaciones se desacelerarían y aumentarían menos que las importaciones. Para todo 2013 el rango de proyección de crecimiento se situó en 3,5% y 4,5%, con una cifra más probable alrededor de 4%. Para 2014 la cifra más factible de crecimiento podría ser mayor, contenida en un rango entre 3% y 5%.
En el tercer trimestre los precios internacionales del petróleo aumentaron y se presentó un descenso en las cotizaciones de algunos productos básicos que importa Colombia. Con ello, los términos de intercambio aumentaron aunque a niveles inferiores a los observados en todo 2012. Es de esperar que en 2014 el impulso originado en los términos de intercambio pierda dinamismo.
Asimismo, señala que por la información disponible hasta el tercer trimestre de 2013 muestra una economía mundial que se recupera de forma lenta, impulsada en parte por una expansión moderada en los Estados Unidos y un menor ritmo de contracción en la zona del euro. Las economías emergentes crecen de forma heterogénea y en su mayoría presentan ritmos de expansión inferiores a los observados en 2012.