Entre el 28 de junio y el 30 de septiembre la tasa de cambio pasó de $1.929,36 a $1.908,58 por dólar, lo cual representa una apreciación de 1,1%. Sin embargo, entre esa fecha y hoy, la divisa siguió cayendo a 1.883,51, es decir 15 pesos menos.
De acuerdo con el Banco de la República, en el periodo analizado, el comportamiento del peso, al igual que el de las demás monedas de la región, estuvo influenciado principalmente por la evolución de los indicadores de percepción de riesgo internacional y en menor medida por factores internos.
A nivel local, la apreciación del peso se dio en un contexto en el cual: (i) Moody’s revisó al alza la perspectiva de la calificación de deuda de Colombia de estable a positiva (Baa3), (ii) el Ministerio de Hacienda anunció que aplazaría la publicación del decreto que busca modificar la rentabilidad mínima de los fondos de pensiones obligatorios, y (iii) aumentaron las expectativas de crecimiento económico ante la publicación del dato positivo del PIB para el segundo trimestre (4,2% anual).
Por otro lado, es importante destacar que en septiembre, la Junta del Banco de la República decidió extender el programa de compras diarias de dólares, con el cual acumulará hasta US$1.000 millones entre octubre y diciembre de este año.
De acuerdo con las cifras de la balanza cambiaria, en el tercer trimestre se presentaron ingresos netos de divisas en la cuenta de capital por US$3.692 millones, de los cuales los reintegros de capital privado y oficial ascendieron a US$1.614 millones.
Asimismo, en ese mismo periodo, la cuenta de capital privado registró salidas de divisas por US$1.761 millones, explicadas por el rubro de operaciones especiales del sector privado, el cual registró en el trimestre salidas por US$6.469 millones.
Por su parte, la inversión extranjera directa neta (US$3.805 millones) y la inversión extranjera de portafolio neta (US$637 millones) fueron las principales fuentes de divisas en el periodo.
De otro lado, los reintegros netos de capital oficial ascendieron a US$3.375 millones mientras que la cuenta corriente registró egresos netos de divisas por US$1.444 millones, explicado por salidas netas de US$1.287 millones en la balanza comercial y de US$157 millones en la balanza de servicios y transferencias.