Dos días después de que el presidente Santos pidiera a la justicia levantar las medidas cautelares que tenían apagada la nueva hidroeléctrica de El Quimbo, ayer el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Neiva falló a favor una tutela que presentó en días pasados el Ministerio de Minas, por lo que ordenó la generación inmediata de energía en la megaobra. Advirtió el juez que se trata de una medida transitoria mientras que el Tribunal Contencioso Administrativo del Huila decide de fondo sobre este asunto.
Así, el citado Juzgado concedió “el amparo de los derechos fundamentales al debido proceso, vida digna, mínimo vital, trabajo, salud y ambiente sano” que invocó el Ministerio de Minas y Energía y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap.
El pasado 10 de diciembre, la Corte Constitucional tumbó el Decreto 1795 por medio del cual el Gobierno nacional ordenó el 16 de noviembre de 2015 llenar la represa ubicada en el departamento del Huila y empezar a generar los 400 megavatios en un momento en que el país demanda energía eléctrica por cuenta de las afectaciones que hasta el momento ha dejado en todo el territorio nacional el fenómeno del Niño.
Cuando el Gobierno expidió dicho decreto pesaban unas medidas cautelares del Tribunal Administrativo del Huila que ordenó suspender la construcción de El Quimbo, tras resolver una medida cautelar producto de una acción popular, en la cual se le pedía a la compañía operadora Emgesa que “se abstuviera de iniciar la actividad de llenado del embalse hasta tanto no se logrará un caudal óptimo de aguas y efectuar un monitoreo permanente al agua para efectos de garantizar la calidad de la misma”.
No obstante, la Corte dejó en claro que un decreto presidencial no puede afectar el cumplimiento de unas medidas cautelares.
La sentencia del Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Neiva ordena a la Empresa Generadora y Comercializadora de Energía (Emgesa) reanudar la operación de El Quimbo “como medida transitoria y hasta que el Tribunal Contencioso Administrativo del Huila declare de fondo sobre el levantamiento o no de la medida cautelar”.
A pesar de la existencia de las medidas cautelares que impedían la operación de El Quimbo, el Juzgado Tercero Penal del Circuito Especializado de Neiva ordena la reapertura inmediata "en aras de evitar una mayor catástrofe ambiental y un perjuicio de naturaleza irremediable, como quiera que la ausencia de oxígeno en el agua empozada en el embalse con el paso del tiempo general descomposición de la materia orgánica".
Añade que esta situación genera una "grave afectación en general al medio ambiente y en concreto a los peces de la represa de Betania en donde se desarrollan importantes empresas piscícolas de la región generándose total menoscabo económico a las mismas, además del perjuicio económico de la Nación por la no generación de energía eléctrica".
Precisamente estos son algunos de los argumentos que exhibió el Gobierno en la tutela que el pasado 24 de diciembre presentaron el Ministerio de Minas y Energía y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, buscando la reactivación de la hidroeléctrica de El Quimbo.
"Queremos advertirle al país sobre la gravísima situación que se está presentando en la represa de Betania, en donde hay 19.000 toneladas de peces en cultivo. Impedir el flujo de agua tiene consecuencias catastróficas teniendo en cuenta el proceso de descomposición de la materia orgánica que representa un veneno para los peces", explicó en esa oportunidad el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri.
Otro de los argumentos que presentó el Gobierno fue que la inconveniencia de apagar El Quimbo en medio de un fenómeno del Niño que ha reducido el nivel de embalses en todo el país causando que el sistema energético sea más vulnerable. Mientras estuvo prendida, la operación de El Quimbo ayudó a aumentar la generación de energía, aportando cerca del 5% de la demanda de energía del país.
Dicho embalse puede almacenar tres millones de metros cúbicos de agua y junto con la represa de Betania, también en el Huila, atenderá el 8 por ciento de la demanda energética colombiana.
Reacciones
Uno de los primeros en reaccionar a la decisión judicial que permitirá encender esta hidroeléctrica fue el presidente Santos, quien dijo en su cuenta de Twitter que “justicia atiende llamado y ordena reapertura de El Quimbo. Decisión ayudará a evitar desastre ambiental y desabastecimiento de agua y energía”.
En tanto que el ministro de Minas y Energía, Tomás González, manifestó su complacencia por esta decisión judicial. “Celebramos la decisión del juez de Neiva de haber concedido la tutela que interpusimos a finales del año pasado; esta es una decisión que es buena para todos, vamos a tener más energía en el momento más fuerte de la sequía que es cuando más la necesitamos”, dijo.
Añadió que “no se nos olvide que El Quimbo estaba generando el 5% de la energía que consumimos todos los colombianos, pero además es una decisión buena para el ambiente y para la piscicultura. Con la reapertura de El Quimbo vamos a tener más agua y de mejor calidad”, sostuvo.
Por su lado, el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, dijo que esta decisión de índole provisional es bienvenida, dado el perjuicio que significa la ausencia de caudal hídrico en el área de influencia del proyecto, donde podrían presentarse epidemias asociadas a la proliferación de insectos, así como efectos altamente nocivos para las especies y para la economía regional.
Sin embargo, el funcionario del Ministerio Público recalcó que la última palabra para la operación definitiva de la hidroeléctrica está en manos del Tribunal Contencioso Administrativo del Huila, instancia que deberá pronunciarse a partir de los argumentos presentados por las comunidades, los pescadores, el Gobierno, Emgesa, y las demás instituciones y organismos involucrados.
En este sentido, el defensor Otálora Gómez insistió en la importancia de que se cumplan todas las condiciones fijadas en el marco de la licencia ambiental, e hizo un llamado para que se abran nuevos espacios de concertación con los pobladores, a fin de armonizar los criterios técnicos que soportan las bondades de la operación, con las necesidades y el clamor de quienes conviven en esa zona del Alto Magdalena.
El Quimbo puede almacenar tres millones de metros cúbicos de agua y junto con la represa de Betania, también en el Huila, atenderá el 8% de la demanda energética colombiana.