El presidente argentino Mauricio Macri pasó con éxito el domingo la prueba de primarias legislativas para las elecciones del 22 de octubre, al ser sus listas las más votadas, aunque la opositora exmandataria Cristina Fernández retornó a las urnas con un tercio de votos en el mayor distrito.
Durante una votación que fue de hecho un plebiscito a la gestión del gobierno, el macrismo estaba al frente sobre el opositor peronismo en grandes distritos como Ciudad de Buenos Aires (49% a 20%), y las provincias de Santa Fe (29% a 26%), Mendoza (41% a 33%) y Córdoba (46% a 28%).
Cerca de la medianoche, Macri, de 58 años, apareció en la sede del gubernamental frente Cambiemos (derechistas y socialdemócratas) donde se festejó con globos y cánticos. Agradeció el apoyo a lo que llama "el cambio", un modelo de apertura económica y desregulación de mercados.
Pero admitió que "estos 19 meses (de su gobierno) han sido difíciles". "Si hubiese habido alguna manera de no aumentar las tarifas lo hubiese adoptado. Pero el riesgo era quedarnos sin luz, ni gas, ni agua, ni transporte", dijo. La oposición hizo campaña contra los "tarifazos", la elevada inflación y el desempleo.
Regresó Fernández
Fernández, de 64 años, cosecha 33,8% de sufragios, al acecho del macrismo (34,4%), escrutadas 83% de las mesas en la provincia de Buenos Aires, la más poblada con casi 40% del padrón. Confirmó su candidatura a senadora por un pequeño partido de centroizquierda.
"Un 30% a nivel nacional es para Cambiemos (alianza gubernamental) y por eso festejan", pronosticó al canal TN el politólogo Rosendo Fraga.
En octubre, los argentinos renovarán la mitad de la cámara de Diputados y un tercio del Senado. Hasta ahora sin mayoría, Macri ha logrado alianzas legislativas con peronistas alejados de Fernández (2007-2015), de 64 años.
Sobre ella y exministros de su gobierno pesan acusaciones de corrupción. Pero la justicia también investiga a Macri por figurar con cuentas 'offshore' en el escándalo de los Panama Papers, entre otras causas.
La expresidenta fundó este año el partido de centroizquierda Unidad Ciudadana. Se apartó del Partido Justicialista (PJ, peronista) que domina el Congreso. Su campaña se basó en el lema "Así no podemos seguir".
Fernández pidió el voto de "los que perdieron el trabajo o viven con temor a perderlo, los que no llegan con su salario a fin de mes, o no pueden comprar la comida como antes, o pagar la luz, o el gas o el agua. Esto debe ser el límite para este gobierno".
En la pequeña provincia de La Rioja, el expresidente peronista de derecha Carlos Menem (1989-99) fue el más votado (43% a 32%) y superó al macrismo, pese a que no podrá presentarse en octubre. La justicia lo inhabilitó por ser culpable de contrabando de armas entre 1991 y 1995. Pero no había tiempo de cambiar las boletas del PJ y se autorizó que mantuvieran su nombre.
Modelos contrapuestos
Macri lleva un año y medio de gobierno, sin lograr sus prometidas inversiones extranjeras, que bajaron a la mitad en forma interanual en 2016, según la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
La inflación se disparó en 2016 y en los primeros siete meses de este año acumula 13,9%. El desempleo creció al igual que la pobreza y la economía se estancó.
Sin embargo, bancos, mineras y productores de soja admiten ganancias multimillonarias. Macri defiende por otro lado haber eliminado el control cambiario que impuso Fernández.
Macri formó un gabinete de empresarios, bajó los impuestos al agro y volvió a tomar deuda por miles de millones de dólares para financiar al Estado, herramienta que el kirchnerismo había desechado.
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