El Papa Francisco | El Nuevo Siglo
Miércoles, 22 de Mayo de 2013

Sigue demostrando el Papa Francisco su calidad humana. Un verdadero apóstol de Cristo. En cada oportunidad que tiene de dirigirse al mundo, sus palabras son de aliento, de comprensión y de profunda preocupación por los menos favorecidos de la fortuna. Cuando visitó la Casa Dono di María en Roma, confiada a las hermanas misioneras de Caridad, fundadas por la madre Teresa de Calcuta, recalcó que amar a Dios y al prójimo es ver en cada persona el rostro de Jesús para servirlo.

El Papa siempre recuerda que el Señor nos ha creado a su imagen y semejanza. Somos imagen del Señor y Él hace el bien a todos. Para el Papa Francisco no hay discriminación. Hay que hacer el bien sin mirar a quien, incluso a quienes no profesan la fe católica, a los agnósticos y aun a los ateos. Expresa que ‘el Señor nos ha redimido a todos con la sangre de Cristo: ¡A todos, no solo a los católicos, sino a todos! Alguien pregunta ¿y a los ateos? También a ellos. ‘Todos nosotros tenemos el deber de hacer el bien’ “Este mandamiento de hacer el bien a todos creo que es un bello camino hacia la paz”.