El Papa Francisco en entrevista a un medio italiano ha dejado en claro su pensamiento, que es acorde con los postulados de la Iglesia, respecto de los pobres. Textualmente dijo el Pontífice que “Los comunistas nos han robado la bandera, la bandera de la pobreza es cristiana”. El fondo de la frase lleva implícito el mensaje de Cristo, quien siempre demostró su cercanía con los desposeídos; la reitera en las Beatitudes: confortar a “quienes lloran”, “quienes tienen hambre y sed de justicia”. Agrega el Papa que “los comunistas dicen que todo esto es comunismo, 20 siglos después”. El contexto aplicado a la fe es cuestión del ministerio pastoral de la Iglesia con vocación hacia los pobres, contra la injusticia y la inequidad, diferente al manejo ideológico que aplica el comunismo para justificar el sistema colectivista.
El Papa Francisco interpreta lo predicado por Jesucristo, quien en todas sus parábolas insistió en la justicia y la preocupación por los humildes, los humillados que luego serían glorificados; en cada pobre está Dios, los que han tenido hambre y sed serán saciados. Para el Papa es obvio que la misión del cristiano es asistir a quienes se encuentren en situación de sufrimiento, de miseria, de hambre.