Cada vez que el Papa Francisco habla pone a pensar al mundo. Sus reacciones tras los atentados en París y otras partes del mundo por parte de terroristas y fanáticos religiosos no han sido la excepción.
Tras afirmar que “el mundo entero está en guerra y Dios llora”, el máximo jerarca católico advirtió que “aquellos que hacen la guerra son malditos, son delincuentes. Benditos los operadores de paz”.
De pasó enfiló, una vez más, sus críticas contra el comercio ilícito de armas. “Por todas partes hay guerra hoy día, hay odio (...) ¿Y qué queda? ¡Ruinas, quedan miles de niños sin educación, tantas muertes de inocentes! Y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas”.
En una reflexión que sin duda impacta a la comunidad internacional que se debate en estos momentos entre los conceptos de ‘guerra justa’ y ‘guerra injusta’, el Papa Francisco lanzó una sentencia que, sin duda, impactará fuertemente en esta controversia: “Una guerra puede justificarse, entre comillas, por muchas razones, pero cuando todo el mundo, como ahora, está en guerra -una guerra mundial a pedazos, aquí y allá, y en todas partes- no hay justificación y entonces Dios llora”.
No hay que olvidar que el titular del Vaticano ha insistido en que los fanatismos religiosos, todos ellos, son peligrosos, al tiempo que reitera que la gran mayoría de las religiones tienen la paz y el amor como principios básicos.