El tradicional  pan de $200 comenzará a desaparecer desde abril de este año, por culpa del efecto del precio del dólar en las materias primas y que ha venido afectando notoriamente la economía de los colombianos.

Los importadores de la harina de trigo se han visto golpeados por el incremento en el precio del bulto que pasó de $47.000 a $110.000 en los últimos cinco meses, motivo por el cual se debe incrementar en $100 el precio del pan.

La Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce), señaló  en un informe que  el mercado nacional de harinas precocidas se encuentra alrededor de las 120 mil toneladas al año, de las cuales se estima que 20 mil  corresponden a mercancía de contrabando proveniente de Venezuela a precios bajos.

Existe un bajo crecimiento de la demanda de este producto y un consumo per cápita de aproximadamente 2 kilogramos de harina al año. El mercado es poco dinámico y no existe una mayor entrada de nuevas marcas y productos al mercado.

Las importaciones

Según el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero, el país  importa más de 1,5 millones de toneladas de harina para atender la demanda interna. Los países que más le venden el producto a las empresas colombianas son Canadá, Estados Unidos y Argentina.

El dirigente gremial sostuvo que los consumidores tendrán que migrar tarde o temprano al pan de $500. Sin embargo, fue más allá del precio de la harina y alertó acerca de otros productos que también sentirán la subida de la moneda norteamericana.

Entre tanto, el  director de Estudios Económicos de Fenalco,  Rafael España, sostiene que en el país el consumo de pan por persona es del orden de los 23 kilogramos al año. Mientras que en otros países como Chile ese consumo llega a 98 y en Argentina a 73, Turquía y Alemania superan los 120.

“Las panaderías de barrio manejan tres o cuatro ideas básicas, como el pan francés, blandito, roscón, calado y si son muy habilidosos, una mogolla integral. Falta mucha creatividad para realizar otros productos con los mismos ingredientes”, asegura España.

Según  los expertos, en Colombia el grueso del consumo lo tiene el pan fresco, con una participación del 80%, mientras que el empacado apenas equivale al 20%.

Por otra parte Juan Manuel Martínez, fundador del Club del pan, una comunidad de panaderos, dijo a El Nuevo Siglo que el incremento en el precio del pan no tiene por qué influir en el consumo, ya que en proporción al aumento este sigue siendo uno de los productos más económicos de la canasta familiar, sin embargo sostuvo que si un panadero disminuye  el peso a la hora de la venta eso si afectaría el consumo, ya que las personas no compran por tamaño si no por volumen.

Efecto del dólar

Igualmente el representante de los panaderos señaló que a  Colombia están llegando panes importados por lo que el efecto del dólar es más notorio en el incremento de su precio.

Martínez desvirtuó la afirmación de Botero señalando que “es irreal que el precio del pan llegue a los $500 porque en este momento si sube $100 es por la devaluación del peso, no por el incremento del precio de las materias primas, y con un pan a $300 eso significa que las rentabilidades panaderas pueden aumentar y lo saben manejar”.

Igualmente el fundador del Club del pan señaló que “el efecto del incremento en el precio de este producto debería verse reflejado más en los tamaños grandes que en los pequeños, las materias primas no han subido tanto como para que pase eso en todos los volúmenes” sostuvo.

Sin embargo, la  desaparición del pan de $200 se percibe en diferentes zonas de Bogotá, lo cual preocupa a los gremios ya que en el país es bajo su consumo.

Según un estudio realizado por la firma Euromonitor, Colombia se ubica en la quinta posición de consumo en la región. Brasil lidera el mercado con ventas registradas el año pasado por US$20.206 millones, seguido por México con US$10.824 millones, Argentina con US$2.632 millones, Chile con US$1.879 millones y Colombia con US$1.692 millones. Y dice también el documento que los colombianos gastan en promedio $3,21 billones al año en pan.