A pesar de que persisten los resultados poco halagadores de la economía colombiana, particularmente en crecimiento y empleo, tanto empresarios como analistas económicos mantienen un optimismo moderado.
Este optimismo está sustentado en el comportamiento del sector externo, la leve mejoría en el comportamiento de la inversión, el buen comportamiento de la inflación, corrección de los niveles negativos de confianza del consumidor, menor costo del crédito y el inicio en la ejecución de importantes y proyectos de infraestructura. Ese entorno hace prever un crecimiento cercano al 2% anual para 2017.
Para el analista. Hugo A. Macías Cardona, del Centro de Investigaciones Económicas, Contables y Administrativas, Cieca, de la Universidad de Medellín, la economía colombiana continúa en la fase descendente del ciclo económico, iniciada en el segundo trimestre de 2014.
En el primer trimestre de ese año, señala el reporte del experto preparado para el Cesla, la economía creció 6,4%, pero desde allí ha bajado paulatinamente hasta ubicarse en el 1,1% en el primer trimestre de 2017.
Cuando fueron publicadas las cifras de crecimiento del cuarto trimestre 2016, se generaron expectativas positivas sobre el cambio de tendencia en el ciclo económico, pero ahora todo parece indicar que la fase expansiva no ha empezado y que no está cerca de hacerlo, señala el reporte.
En los últimos 10 años, el crecimiento de la economía colombiana ha estado respaldado especialmente por los sectores de la construcción, la minería y financiero.
Sin embargo, en los dos últimos años la minería ha sido el sector con mayor contracción y en el primer trimestre 2017 el segundo lugar en los sectores de peor comportamiento lo ocupó el sector de la construcción.
Es decir, los sectores que han liderado el crecimiento son justamente los que están enfrentando las mayores dificultades y no las solucionarán pronto: la minería está en una fase natural de descenso del volumen producido, acompañado de contracción internacional de los precios, mientras que la construcción está iniciando un ciclo contractivo que suele durar varios años y que habitualmente es profundo.
Por su parte, los buenos resultados del sector financiero no suelen extenderse al resto de la economía, la producción manufacturera no ha logrado escaparse de la crisis que ya completa cuatro años y el sector de la agricultura, que está atravesando por un buen momento, ha sido el de menor crecimiento en los últimos diez años.
A pesar de todo, tanto las expectativas de los productores como de los consumidores siguen en terreno moderadamente optimista.
Empleo
La persistencia prolongada del bajo crecimiento de la economía se refleja claramente en las cifras de desempleo.
Si bien el desempleo urbano disminuyó de 13,4% a 10,7% en los primeros cuatro meses de 2017, esta tasa fue superior a la de febrero, marzo y abril en los dos años anteriores.
Es decir, a lo largo del año 2017 la tasa está bajando, como ocurre todos los años, pero mes a mes, la tasa es más alta que la del mismo mes en los dos años anteriores.
El nivel de desempleo está aumentando en Colombia, tanto a nivel nacional como en las principales áreas metropolitanas.
Sector externo
Las cifras publicadas por la DIAN en su boletín de avances del comercio exterior, revelan que tanto las importaciones como las exportaciones crecieron en el primer semestre de 2017.
Entre enero y mayo, las importaciones crecieron a un ritmo del 5% con respecto a 2016, mientras que las exportaciones sin petróleo se expandieron 27%.
En ese período los principales destinos de las exportaciones fueron Estados Unidos, Brasil y Ecuador; los principales productos exportados a esos países fueron flores, carbón y medicamentos, respectivamente.
El principal origen de las importaciones estuvo en Estados Unidos, China y México, donde los principales productos importados fueron gasolina, teléfonos móviles y vehículos, respectivamente. Estos datos reflejan una dinámica positiva, tanto en el crecimiento de la demanda interna, como de la externa.
Política monetaria e inflación
En materia de inflación los resultados han sido muy positivos desde agosto de 2016. En julio de ese año la inflación anual se ubicaba en 8,97% y ha bajado paulatinamente hasta ubicarse en 3,99% al finalizar junio de 2017.
Con respecto al año anterior, la inflación claramente ha disminuido y se rompió la tendencia negativa que prevaleció entre diciembre de 2013 y julio de 2016.
Estos buenos resultados que ha podido mostrar el nuevo gerente del Banco de la República, le han permitido a la autoridad monetaria disminuir la tasa de interés de referencia, para intentar estimular la economía y hacer que los recursos financieros fluyan hacia las actividades productivas y comerciales.