Diseñadores jóvenes y el color naranja fueron las notas destacadas de la Semana de la Moda masculina de Londres que cerró ayer pasarela y en la que se presentaron las colecciones otoño-invierno de 2018-2019.

La Semana de la Moda de la capital británica se apoyó en su marca de fábrica desde su nacimiento en 2012, los diseñadores jóvenes, en una edición privada de grandes nombres a causa de una reorganización estratégica de las marcas -Burberry, por ejemplo, presentará en febrero sus colecciones hombre/mujer juntas.

Londres es la "capital de la creatividad", valoró el sábado Caroline Rush, la patrona del British Fashion Council, que organiza la cita.

Así, por ejemplo, el proyecto "Man", en el que la industria da su apoyo a jóvenes diseñadores. Un grupo de diseñadores apadrinados por esta iniciativa presentó en Londres la marca Art School, cuyas prendas -incluyendo faldas- pueden ser llevadas, según ellos, tanto por hombres como por mujeres.

Alerta naranja

Nada como un color vitaminado para mantener la forma durante el invierno: el naranja. Desde bufandas hasta camisetas, pasando por chaquetas y pantalones de este color protagonizaron la colección de What We Wear, la marca del rapero londinense Tinie Tempah.

También Christopher Raeburn -pionero de la moda ética y el reciclaje- recurrió al naranja para sus diseños inspirados en los uniformes de la Royal Air Force.

Después del metrosexual pulcro y aseado y luego el leñador, llega el 'cowboy' urbano, o seo defiende Astrid Andersen, la princesa de la ropa deportiva, que tocó a sus modelos con sombreros al estilo de la marca Stetson.

Más sombrío fue el desfile de Liam Hodges. Fiel a sus raíces hip hop y neo-punk, el creador situó sus prendas en un futuro angustioso e incierto lleno de "smileys" con rostro de payaso asesino en grandes jerseys negros.

Rottingdean Bazaar, la marca creada por James Theseus Buck y Luke Brooks, antiguos alumnos de la prestigiosa escuela londinense Central Saint Martins, presentaron el modelo impresentable de esta edición: un conjunto que incluía dos dianas de dardos -deporte muy estimado por los británicos- y, a modo de bufanda, un alargador eléctrico.

La gran ausente de esta edición, la diseñadora Viviene Westwood, madre de la moda punk, decidió presentar su colección mediante la difusión en internet de varias imágenes y videos.

La colección incluía cinturones cartuchera, combinaciones de color caquí militar de corte retro y fantasioso. Creadora militante, Westwood no olvidó la política y lanzó algunos dardos contra el Brexit, como en un par de zapatos con las banderas europea y británica.