El “infierno” de Grecia por sus deudas | El Nuevo Siglo
Lunes, 21 de Octubre de 2013

El gobierno griego se espera vivir un "infierno" hasta junio de 2014 por las negociaciones con los acreedores internacionales sobre la necesidad de financiación del país y el nivel de su deuda, dijo el ministro de Finanzas.

"Hasta junio será un infierno. Nuestros acreedores revisarán y juzgarán todo", declaró el ministro Yannis Stournaras al semanario To Vima.

En declaraciones al diario liberal Kathimerini, el ministro adelantó también que Grecia rechazará un nuevo plan de apoyo si a cambio tiene que adoptar medidas de austeridad adicionales.

Estas declaraciones denotan la creciente preocupación del ejecutivo griego por el resultado de las negociaciones con los acreedores de Grecia (UE, BCE, FMI) para encontrar soluciones a las necesidades financieras del país cuando concluya el segundo plan de rescate, en julio de 2014.

Esta inquietud se reflejaba en la prensa nacional: To Vima (centroizquierda) habla de un "thriller sobre la deuda" y describe a Grecia como "rehén" del "juego" entre las tres instituciones acreedoras, mientras que Kathimerini subraya los "días angustiosos" que vive el gobierno de coalición conservadores-socialistas de Antonis Samaras "bajo la amenaza de nuevas medidas".

Para el diario popular de centroizquierda Ethnos se trata del "chantaje de la troika" por el nuevo memorando de austeridad.

Atenas y sus acreedores discrepan sobre las necesidades financieras de Grecia hasta 2016 y la forma de satisfacerlas.

También hay diferencias sobre la suerte de la deuda. Los europeos y el FMI han concedido 250.000 millones de euros en préstamos a Grecia en dos etapas (2010 y 2012), lo que ha disparado la deuda al 175% del PIB este año, contra el 133% en 2010.

Por el momento, los socios europeos de Atenas no contemplan condonar una parte de esta deuda, como preconiza el FMI.

La troika de acreedores evalúa actualmente el estado de las reformas en Grecia antes de entregar un nuevo tramo del préstamo. Los representantes se fueron de Atenas a finales de septiembre por "razones técnicas".

Yannis Stournaras reconoció el viernes que las discusiones son "difíciles" aunque no quiso hablar de callejón sin salida./AFP